miércoles, junio 07, 2006

Políticos republicanos no quieren ser vistos en público con George W. Bush

Washington, 6 junio. - Aspirantes republicanos al Congreso estadounidense aceptan los fondos de campaña recolectados por el Presidente, pero no quieren ser vistos en público con George W. Bush, comentó hoy la agencia Bloomberg.

El gobernante, cuyos niveles de aprobación popular marcan mínimos históricos, ha logrado reunir 125 millones de dólares para colaborar con su partido en la financiación de candidaturas de cara a los comicios parlamentarios de 2006.

Según el Comité Nacional Republicano, estas recaudaciones de capitales incluso superan a las alcanzadas por Bush en 2002, cuando sus aportes cubrieron un 50 por ciento de las campañas.

Sin embargo, pese a los esfuerzos del mandatario, muchos legisladores no se presentaron a sus conferencias cuando el Ejecutivo cabildeó por respaldo financiero durante los pasados tres meses en los estados de Pennsylvania, Ohio, Virginia y Maryland.

Sondeos de opinión muestran que los votantes norteamericanos están inconformes acerca de cómo Bush está manejando la guerra en Iraq, los altos precios de la energía y problemas del presupuesto nacional.

Por esas razones, apunta el analista Stuart Rothenberg, candidatos republicanos evitan al Presidente.

Aunque el dinero es un elemento importante en sus carreras políticas, no quieren ser definidos como apéndices de la actual administración, agregó.

Aunque el nombre de Bush no estará en las papeletas de los comicios de noviembre próximo, el Ejecutivo sabe que las venideras elecciones legislativas serán cruciales para la supervivencia de muchos de sus proyectos.

Bush necesita, como nunca antes, el respaldo de una mayoría republicana en ambas cámaras para reactivar sus polémicas propuestas referentes a recortes de impuestos, y reformas judiciales y de inmigración.

Actualmente, en el Senado, los republicanos tienen ventaja de 55 contra 44 para los demócratas, más un legislador independiente. En la Cámara Baja, mantienen 231 asientos, por 201 los opositores. Hay una plaza independiente y dos vacantes.

Las tendencias históricas en votaciones de medio término sugieren que los del símbolo del Elefante perderán varios asientos en el Senado y en la Cámara de Representantes, comentó Stephen Hess, analista político y catedrático de la Universidad George Washington.

Si, como es previsible, el partido de Bush pierde algunas plazas en el Congreso, los últimos dos años de su administración podrían ser particularmente calamitosos, señaló Hess citado por Bloomberg.

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