jueves, junio 08, 2006

La muerte de Zarqawi no apacigua descontento en Irak: analistas

Londres 08 junio. - La muerte del líder de la insurgencia en Irak, Abu Musab Zarqawi, fue saludada este jueves por Londres y Washington como un "golpe a Al Qaeda", pero según analistas, esa desaparición no cambiará el rumbo de la guerra, cada vez más violenta.

"La muerte de Zarqawi no representa un giro decisivo en el rumbo de la guerra en Irak debido a la naturaleza de la insurgencia", explicó a la AFP el analista James Denselow, del reputado centro de investigaciones londinense conocido como Chatham House.

"La mayoría de los grupos insurgentes son nacionalistas sunitas. La insurgencia está compuesta por iraquíes que no están satisfechos con la ocupación, y la muerte de Zarqawi no va a apaciguar ese descontento", advirtió Denselow.

El experto en Irak destacó que la imagen de "Zarqawi como líder de la insurgencia iraquí" había sido fabricada, para consumo interno, por Estados Unidos, que lideró la invasión de ese país hace más de tres años. Pero esa imagen, dijo, no corresponde a la realidad.

"Zarqawi era responsabilizado de toda la violencia que ocurría en Irak. Pero la realidad es que este hombre no estaba en control de todo, como Estados Unidos quería hacer creer", dijo el experto, explicando que por ello su muerte no llevará a una reducción de la violencia, ni a corto ni a mediano plazo.

"La insurgencia iraquí no era dirigida ni ha estado dirigida por Zarqawi", reafirmó el experto, explicando que esa imagen de un todopoderoso líder de los insurgentes "era un mensaje destinado al público estadunidense y occidental, para hacerlos creer que todo giraba alrededor de un hombre 'eje del mal'".

Insistió que la clave para entender Irak requiere "comprender la verdadera naturaleza de la insurgencia iraquí", que está constituida, indicó, "por varios grupos iraquíes reunidos bajo una bandera común" y cohesionados en su lucha contra la ocupación de su país.

Según Denselow, un posible efecto de la muerte del jordano podría ser, a largo plazo, una reducción en el número de combatientes extranjeros, que consideran que Irak es un buen campo de batalla para pelear contra Estados Unidos.

Pero, según han reconocido las propias autoridades iraquíes, los combatientes extranjeros no constituyen más de un 6 por ciento de los insurgentes, por lo que también la reducción en su número no cambiará de manera drástica la violencia en Irak.

Además, los grupos insurgentes han demostrado a lo largo de estos tres años su capacidad de cambiar de tácticas y de remplazar a los líderes, indicó.

Por eso, "eliminar a Zarqawi de la ecuación de Irak substrae un factor, pero sólo un factor en esa compleja ecuación que es Irak ahora", resumió el experto.

La analista Rosemary Hollis, experta en el Medio Oriente de Chatham House, coincidió que la muerte del jordano, a quien Estados Unidos presentó como el "enemigo numero uno" en Irak, no va alterar dramáticamente el paisaje de violencia en Irak.

"No creo que su muerte cause una súbita reducción del nivel de violencia, porque las fuentes de violencia en Irak son múltiples y no se originan sólo en Zarqawi", opinó Hollis, recordando que hubo expectativas de una baja de la violencia cuando el ex presidente iraquí Saddam Hussein fue capturado.

"Pero su captura no puso un fin a la insurgencia", concluyó Hollis.

Incluso el primer ministro británico Tony Blair, que calificó la muerte del jordano de "un golpe" a la red terrorista Al Qaeda, admitió que "no tiene ilusiones" de que cesará la violencia en Irak, tras su muerte.

"No debemos tener ilusiones" de que la violencia va a cesar en Irak tras la muerte de Zarqawi, declaró el premier británico en una rueda de prensa.

"Sabemos que van a continuar matando, sabemos que hay muchos, muchos obstáculos para superar", admitió Blair.

No hay comentarios.: