domingo, junio 04, 2006

Bolivia: el trotskismo gana la Federación de Maestros de La Paz con 47% de los votos

El frente docente Unión Revolucionaria de Maestros (URMA), vinculado al trotskista Partido Obrero Revolucionario (POR), mantiene el control de la Federación de Maestros de Urbanos de La Paz, luego de vencer a la alianza Movimiento al Socialismo (MAS)- VIVE en las elecciones del gremio celebradas el viernes pasado. Los trotskistas obtuvieron 47% de los votos y la agrupación de masistas-guevaristas el 40%.
El frente URMA es un referente en la historia contemporánea del gremio docente paceño. Desde que ganó la Federación a la cabeza de Miguel Lora Ortuño por primera vez en 1986 hasta la fecha no encuentra un rival que le dispute el liderazgo. En los últimos 20 años, solo en dos oportunidades los trotskistas quedaron fuera de la dirección. URMA perdió las elecciones de la gestión 1987-1988 frente al candidato del MIR Eduardo Barriga, y el año 2000 no se presentó a elecciones y trabajó desde las bases durante dos años.
URMA ha ido formando un reducido pero sólido equipo de cuadros para ocupar los principales cargos de la Federación. Ahí están los profesores Telmo Román, José Luis Alvarez, Gonzalo Soruco, René Pardo, Norma Barrón y Vilma Plata, entre muchos otros. Curiosamente, la conocida activista Plata nunca pudo ocupar la principal cartera ejecutiva debido a los rígidos estatutos del gremio. Plata estudió psicología en Argentina y no pasó por las aulas de la Normal de Maestros, lo que le impidió liderar la Federación como secretaria ejecutiva.
Lucha radical
El prestigio de los urmistas de La Paz se debe a su trayectoria libre de corrupción y principalmente a su combatividad. En las décadas de los 80 y 90, el trotskismo fue una de las pocas tendencias políticas que enfrentó a las "reformas estructurales" neoliberales. Cuando a Gonzalo Sánchez de Lozada se le mimaba en las urnas y en los medios, los urmistas "maldecían" sus leyes.
La mayoría de los maestros de base prefiere una dirigencia independiente y radical que ha logrado preservar privilegios que otros sindicatos han perdido. A fuerza de bloqueos, paros y huelgas de hambre, los urmistas conquistaron en los últimos años estabilidad laboral y varias mejoras salariales. Se cuentan al menos tres bonos obtenidos en la movilización: el bono cumplimiento, el bono pro libro y el bono institucional arrancado al gobierno de Jaime Paz en 1989 con una célebre huelga de hambre.
En 1989, Lora, Román y Alvarez se declararon en huelga de hambre dura (sólo consumiendo agua) en las oficinas de la ex Dirección Distrital de Educación en el edificio Lazarte de El Prado. El gobierno se vio obligado a intervenir el piquete 25 días después y a hospitalizar a los huelguistas en estado comatoso. Lora perdió 35 kilos y su aparato digestivo jamás volvió la normalidad.
Un triunfo apretado
Los trotskistas se acostumbraron a ganar por goleada, pero ahora aventajan al segundo partido más votado, el MAS, sólo por siete puntos. En las elecciones del viernes votaron 18.777 maestros, la más alta participación en la historia del sindicato, de los cuales 2.248 (13%) fueron para los comunistas del FUM; 6.874 (40%) para el MAS; y 7.988 para URMA, es decir el 47%.
Candidatearon por la alianza MAS-VIVE, agrupación masista-guevarista, la profesora María Dolores Romero, y Jorge Valdivieso por la alianza FUN-RA, que aglutina a los militantes del Partido Comunista que hoy controlan la Confederación de Maestros Urbanos de Bolivia. En la plancha de URMA figuran José Luis Alvarez, Severo Apaza, Marcia Alvarez y Estéban Carrión.
Plata opina que el trabajo del MAS en la campaña electoral fue deficiente. "No hizo propaganda, no repartió panfletos; la votación del MAS es producto de la popularidad de Evo Morales". 48 horas antes de que se presenten las listas de candidatos, los oficialistas habilitaron cuatro facciones debido a sus irreconciliables diferencias internas. En las filas del MAS hay gente de todos los colores, incluidos ex condepistas y ucesistas. El sector más sano del masismo se oponía rotundamente a cobijar en sus listas a estos elementos descalificados. "Se sacaban la mugre entre ellos, se acusaban de corrupción, pero bastó una llamada de Palacio para que se organicen y presenten una sola plancha", cuenta Plata.
El fuerte ascenso del MAS en el magisterio urbano paceño se debe en parte al apoyo de los maestros de provincia, los más jóvenes del gremio, y que representan entre el 25 y 30% del electorado. Los trotskistas comentan que los maestros más jóvenes están muy influenciados por los campesinos del MAS y no conocen la trayectoria de URMA ni las conquistas sociales que este frente ha logrado.
En las elecciones del viernes se disputaron un total de 40 carteras. Por regla de proporcionalidad, el MAS y el FUN controlarán algunas de ellas. Antes del año 2000 un frente que ganaba con mayoría absoluta automáticamente controlaba todas las carteras, pero los trotskistas modificaron los estatutos para permitir que las tendencias más votadas también integren la planta ejecutiva, porque "un sindicato necesita pluralidad ideológica", explica Lora.
Paradójicamente, ahora la regla de proporcionalidad complica la gestión de URMA. Es muy probable que el MAS y el PC se alíen y así obtengan mayoría (53%), lo que les permitiría contener a los trotskistas y eventualmente definir la línea de la Federación.
Los dirigentes de URMA anuncian una estrategia para evitar que el oficialismo maneje el gremio. Se plantearán todos los problemas y discusiones importantes a las bases para que ellas decidan en las dos instancias de democracia sindical del gremio: el Consejo Consultivo y la Asamblea General.
Los urmistas están convencidos de poder controlar las dos instancias porque ya tienen experiencia. En la gestión 2000-2002, cuando voluntariamente bajaron a las bases, dirigían los comités de huelga y en los últimos dos años hicieron un trabajo intenso con los delegados al Consejo Consultivo y la Asamblea General.
El significado político de la victoria de URMA
A pesar del apretado triunfo, los maestros de URMA se sienten doblemente victoriosos porque el viernes demostraron que el magisterio sigue "trotskizado". URMA no arrasó como en anteriores elecciones, pero estuvo a cuatro puntos de obtener la mayoría absoluta.
El MAS ha "embobado" a las masas a nivel nacional y tiene un enorme aparato político, pero no ha podido alejar al POR del sindicato, interpreta René Pardo. La victoria de URMA sobre el oficialismo y el reformismo, explica Lora, demuestra que las bases valoran la independencia del sindicato respecto del Estado, y son conscientes del rol político del trotskismo.

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