lunes, mayo 01, 2006

Primero de Mayo: Paralizada la administración pública puertorriqueña; enormes consecuencias en educación y en salud

[puerto_rico_p] inSurGente.- Es evidente el contraste con Cuba que en el período especial no cerró ningún colegio, aunque los niños trataban como oro al material escolar; ni limitó la asistencia primaria de salud aunque faltaban los medicamentos y el hilo de sutura en los hospitales. Triste está Borinquen en el Primero de Mayo.

La administración puertorriqueña informó hoy que alrededor de 100.000 empleados públicos quedaron sin trabajo y cerca de medio millón de niños sin escuela por falta de fondos. Se mantienen sólo los servicios básicos. La crisis golpea desde este lunes con una limitación a emergencia en seguridad y sanidad, al menos por los dos meses siguientes.

Ésta es la primera ocasión en la historia de Puerto Rico en que los colegios públicos dejan de funcionar por falta de fondos afectando a 1.534 escuelas (500.000 estudiantes y 40.000 maestros). La situación puede prolongarse si el poder legislativo no aprueba el crédito pedido por el gobernador de la Isla, Aníbal Acevedo.

Incertidumbre marca 1º de Mayo para trabajadores boricuas

Prensa Latina (Néstor Rosa-Marbrell).- La sombra del despido de 95.000 trabajadores puertorriqueños del sector público marca la conmemoración hoy del 1º de Mayo, cuando se ha decretado un cierre parcial del Gobierno.

Los dirigentes gremiales boricuas se aprestaban a realizar distintas protestas contra la cesantía de los empleados gubernamentales, a pesar de que las cámaras legislativas intentan paliar la crisis presupuestaria.

El gobernador de Puerto Rico, Aníbal Acevedo Vilá, recurrió al cierre temporal de 43 de las 118 agencias gubernamentales, debido a la insuficiencia fiscal por la negativa de la Cámara de Diputados de aprobar el presupuesto para el año fiscal 2005-2006.

Entretanto, los debates en ambas cámaras legislativas, controladas por el anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP), prosiguieron casi hasta el alba de este lunes.

El sector más conservador del PNP culpa al gobernador Acevedo Vilá del colapso fiscal que experimenta Puerto Rico.

Por su lado, el presidente del Senado, Kenneth McClintock, impulsaba junto a otros miembros de la dividida mayoría del PNP la aprobación de medidas que pretendían impedir el cierre parcial del gobierno.

La Cámara baja, acorralada por la presión pública después de una marcha la semana pasada de alrededor de 50.000 trabajadores, convino en sancionar los proyectos de ley aprobados por el Senado para solucionar el litigio.

El gobernante puertorriqueño se quedó esperando esta mañana la llegada de las medidas aprobadas para estampar su firma con el fin de que los 95.000 trabajadores suspendidos puedan regresar a sus labores.

El cierre parcial del gobierno, que en principio se estableció que incluiría a 200.000 empleados públicos, responde a la imposibilidad de pagar los salarios de los próximos dos meses.

José Rodríguez , presidente de la Federación de Trabajadores de Puerto Rico, hizo un llamamiento junto a otros dirigentes gremialistas para lanzarse a la calle y hacer sentir la indignación popular ante el cierre patronal.

Rodríguez afirmó que los trabajadores deben mantener la presión para que ambas ramas del Gobierno, Ejecutiva y Legislativa, negocien una salida a la crisis.

Los responsables del conflicto se tienen que sentar a negociar y hasta que no traigan las medidas de solución no deben salir, advirtió.

Como reacción inmediata, representantes sindicales se aglutinaron anoche en la plazoleta frente al Capitolio, en el Viejo San Juan, para demandar soluciones urgentes.

Rodríguez aseguró que las organizaciones gremiales no descartan la posibilidad de realizar un paro general, que involucre a los trabajadores de las empresas privadas.

Se conoció además que la Federación de Maestros de Puerto Rico y la poderosa Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riesgo protestarán esta tarde en el sector bancario capitalino.

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