Morales pide a Bush expulsar a Goni para fortalecer la democracia

El presidente estadounidense, George W. Bush, tendría que expulsar a Gonzalo Sánchez de Lozada, si quiere fortalecer la democracia en Bolivia, dijo el presidente boliviano Evo Morales y anunió el inicio de una campaña internacional para la extradición del exmandatario que enfrenta un juicio de responsabilidades por genocidio. Días atrás, Bush había expresado su preocupación por la "erosión" de la democracia en Bolivia.

‘'Déjemelo decir claramente: estoy preocupado por la erosión de la democracia en los países que usted mencionó'', dijo Bush el lunes, después de ser preguntado por la situación en Venezuela y Bolivia.

"Si él, (George Busch) quiere fortalecer la democracia, no tiene otra alternativa que expulsar a delincuentes, ni siquiera extraditar, expulsar", dijo Morales en un acto realizado en Sucre. Según el mandatario, no es admisible que un gobierno democrático y un presidente que dice defender los derechos humanos, pueda "encubrir delincuentes".

"Vamos a hacer una campaña internacional para que los organismos de defensa de los derechos humanos ayuden a que el Gobierno de EEUU expulse a quienes hicieron mucho daño al país; a los derechos humanos y a la economía", agregó.

Sánchez de Lozada gobernó Bolivia en dos periodos. En el primero de ellos (1993-1997) capitalizó (privatizó) las empresas estatales sin que el Estado reciba los recursos y promovió la aprobación de una nueva ley de hidrocarburos muy favorable para las petroleras. Durante ese gobierno, las leyes aprobadas se consultaban primero con las transnacionales.

Sánchez de Lozada volvió a ganar las elecciones de 2002, pero en su gobierno explotó el descontento popular resultado de las reformas por él mismo impulsadas. Cuando con el apoyo del FMI intentó aprobar la aplicación de un impuesto a los salarios, un motín policial dejó a su gobierno debilitado. Sánchez de Lozada aplacó el motín con el sangriento saldo de al menos 30 muertos y un número intedeterminado de heridos.

A pesar de ese incidente, Sánchez de Lozada intentó dar via libre a un proyecto de exportación de gas natural boliviano a Estados Unidos, por puertos chilenos. Su obstinación en mantener ese proyecto provocó una revuelta popular a la que él intentó sofocar ordenando la represión militar, aunque esta fue estéril, a pesar de dejar 60 muertos. El 17 de octubre de 2003, Sánchez de Lozada huyó del país en un avión norteamericano y se refugió en Estados Unidos.

Tiempo después, el Congreso que lo había apoyado en su último mandato, autorizó un juicio de respponsabilidades por genocidio, un proceso que no prospera porque según la legislación boliviana, todos los implicados deben ser notificados, paso que hasta ahora no fue cumplido debido a que el gobierno de Estados Unidos puso trabas para ese paso judicial.

El Congreso en Bolivia se prepara para considerar la autorización a un segundo juicio de responsabilidades contra Sánchez de Lozada, esta vez por el llamado "febrero negro".