lunes, mayo 01, 2006

Júbilo general por nacionalización petrolera en Bolivia

[evo_p] La Paz, 1 may (PL) La nacionalización de los hidrocarburos dio hoy un contenido de desbordante júbilo a la celebración del Día Internacional de los Trabajadores en esta y otras ciudades bolivianas.

Una impresionante multitud congregada por el Primero de Mayo en la paceña Plaza Murillo, principal, estalló en júbilo y en vítores al presidente Evo Morales, tras anunciar este el decreto nacionalizador en la sureña región del Chaco.

La sorpresiva medida dictada por el mandatario, mantenida en secreto hasta minutos antes de su lanzamiento, fue comunicada en la concentración de La Paz por el vicepresidente, Alvaro García.

Subrayó García que Bolivia ejecuta "la primera nacionalización del siglo XXI" en el mundo, sin pedir permiso a nadie, sin negociar con nadie y en una decisión absolutamente soberana.

Destacó que el decreto se lanza casi exactamente a una década de que el primer gobierno neoliberal de Gonzalo Sánchez de Lozada privatizara a hoy resurrecta empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

"Desde hoy, unca más nuestros hidrocarburos estarán en manos de las transnacionales", aseveró García, a tiempo de rendir homenaje a los 50 mil bolivianos muertos en la guerra del Chaco con Paraguay del siglo pasado, en defensa de la riqueza petrolera nacional.

Al mismo tiempo, un mensaje gubernamental difundido por la televisión y la radio rendía tributo a los 67 caídos en la rebelión social de octubre de 2003, que demandó la nacionalización y obligó a Sánchez de Lozada a renunciar a su segundo mandato.

El vicepresidente aseguró también que los miembros del gobierno están decididos a jugarse la vida junto al pueblo por la patria y por la historia, y llamó a la defensa de la nacionalización.

Dio plenas garantías de que el ejecutivo no cederá a las presiones en contrario de ninguna empresa o gobierno extranjero, y de ningún traidor que desde el Parlamento pretenda defender los intereses de las tranacionales.

Los manifestantes reunidos en la Plaza Murillo ovacionaron el anuncio y corearon repetidamente el nombre del Presidente y una verdadera fiesta, amenizada por grupos de música popular, se desató, a la espera de la llegada de Morales desde El Chaco.

"Era lo que estábamos esperando", "Por fin hemos hecho honor a nuestros muertos", comentaban los asistentes, a tiempo de elogiar la decisión del mandatario y el cumplimiento de su principal promesa electoral.

En las concentraciones del Primero de Mayo de otras ciudades se registraron similares escenas de algarabía por la decisión gubernamental, saludada inclusive por algunos dirigentes sindicales y regionales usulmente críticos del gobierno.

Entre las escasa voces disonantes, el controvertido secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Jaime Solares, sostuvo que la medida es mediatizada y exigió la confiscación total de las transnacionales ilegalmente radicadas en el país.

El decreto dispone que el Estado tenga mayoría de las acciones de cinco empresas formadas al privatizarse la actividad petrolera hace diez años y asuma la propiedad de los yacimientos y el control de la producción, industrialización y comercialización del gas y el petróleo.

Sin afectar las acciones de las demás transnacionales, las somete al control de YPFB y las obliga a entregarle toda su producción, para que les asigne una participación de 18 por ciento, a las que produzcan más de 100 millones de pies cúbicos diarios, y de 50 por ciento a la de menor producción.

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