jueves, mayo 25, 2006

Guantánamo vive su primer motín

- El Pentágono admite que un grupo de presos atacó con lámparas y ventiladores a los guardias - Los militares intentaban evitar un aparente intento de suicidio de uno de los reclusos de la base

Washington, Nueva York- Armados con ventiladores, lámparas y otros objetos que tenían a mano, un grupo de prisioneros de Guantánamo atacó el jueves a sus guardianes estadounidenses. El conato de violencia, el primero de su naturaleza en la base militar donde EE UU tiene presos a los «enemigos combatientes», ocurrió en una sección comunal del centro de detención a la que los guardias habían accedido para evitar un aparente intento de suicidio por parte de uno de los reos.
El comandante Robert Durand, portavoz de la base militar situada en Cuba, señaló que los guardias lograron controlar a los rebeldes «con fuerza mínima», y los trasladaron inmediatamente a una celda de máxima seguridad. El Pentágono no ha revelado ni los nombres ni el número de los prisioneros que participaron en el altercado.
Tampoco ha querido especular sobre la causa del motín o si algún guardia estadounidense resultó herido. Sin embargo, la agresión de los reos, capturados por las fuerzas estadounidenses en Afganistán e Irak en los últimos cuatro años, parece premeditada. Ese mismo día otros tres detenidos ya habían intentado suicidarse mediante la ingestión de una sobredosis de fármacos. El Pentágono indicó que todos recibieron cuidados médicos.
No es la primera vez que los oficiales militares se enfrentan a ola de intentos de suicidios colectivos. Hace tres años, 23 detenidos intentaron colgarse al mismo tiempo en una protesta que duró una semana. Los reos también han protagonizado huelgas de hambre conjuntas, como la que en agosto comenzaron 131 presos y que hoy continúan un puñado. Desde que EE UU abrió el centro en 2002, 192 prisioneros han sido liberados de Guantánamo, donde aún quedan unos 460.
Condena de la ONU. Precisamente ayer, la ONU consideró que EE UU debe cerrar Guantánamo. Así de contundentes son las conclusiones del informe del Comité de la organización contra la Tortura. El documento, de 11 páginas, se presentó ayer y parte de la investigación y observación de 10 expertos a varios países como Perú, Guatemala y EE UU. En el caso estadounidense, el Comité concluyó que se debe permitir que los detenidos de la base naval de Guantánamo accedan a la justicia o bien liberarlos. En ese caso, además, instó a Washington a no tomar la decisión de enviarlos a otro país en el que puedan ser torturados.
Este documento carece de fuerza vinculante para que se apliquen sus conclusiones, aunque en él se expresa el temor a que sean ciertas las alegaciones de que Estados Unidos ha establecido prisiones secretas a las que no se le permite el acceso de Cruz Roja. Después de la emisión del mismo informe, la Casa Blanca recordó que el presidente George W. Bush ha anunciado el futuro cierre de la prisión. Además, matizó que el presidente se encuentra a la espera del dictamen del Tribunal Supremo de Estados Unidos para que decida si un tribunal militar se puede hacer cargo de los detenidos.
La ONU también reconoce que los atentados del 11-S causaron un «profundo sufrimiento» a EE UU y saludó el compromiso de Washington de que los responsables de todas las agencias del Gobierno federal tengan prohibido el recurso a la tortura en cualquier caso y momento. Sin embargo, rechazó la política estadounidense de no hacer comentarios sobre la supuesta existencia de centros secretos de detención y solicitó más información. El Gobierno estadounidense recibió con «decepción» el informe porque considera que no se tomó en cuenta toda la información presentada por Washington, dijo el asesor legal del Departamento de Estado, John Bellinger. «Nos decepciona porque parece que no han considerado o leído gran parte del material que les dimos», señaló Bellinger en conversación telefónica. Añadió que el informe «da la sensación de no haber tenido en cuenta la información exhaustiva que facilitamos».

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