inSurGente.- Después de que los cuatro presidentes latinoamericanos presentes en la cumbre de Iguazú: Kirchner, Lula, Chávez y el propio Evo Morales, respaldasen la nacionalización de los hidrocarburos que realizó el gobierno de Bolivia, el empecinamiento en cuestionarla era totalmente imposible.
Por eso el gobierno Zapatero, a regañadientes, ha tenido que admitirla y anunciar el inicio de conversaciones bilaterales. La procesión que invoca derechos patrios y benefactoras inversiones empresariales tendrá que desviarse por otro lado.
La ocasión es excelente para que los líderes del PP nos identifiquen a todos con los gerentes de Repsol –españolitos empresarios y “patria-transnacional petrolera”- y nos movilicen contra el expolio que nos han hecho los indios y cholos bolivianos.
Evo Morales pasará a ser uno de los “déspotas latinoamericanos” a los que acosará implacablemente Falsimedia.
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