martes, mayo 02, 2006

El día que los Dominicanos dijeron: "Fuera Yankys!"

29 DE ABRIL: FUERA YANKEES.

Barahona se estremece ante enorme manifestación de fervor patriótico

Por H. Galván


El pueblo de Barahona salió en masa a las calles a saludar la llegada de la Caravana Patriótica-

Antiimperialista que desde tempranas horas de la mañana (partiendo de Santo Domingo) estaba

 

recorriendo las provincias del sur del país para llevar un mensaje patriótico y exigir la salida

 

inmediata de las tropas norteamericanas que se encuentran en aquella provincia.

 

La gran Caravana partió desde distintos puntos del país y en la misma participaron delegaciones

 

de todo el país. De la región norte se destacan numerosas delegaciones de Bonao, San Francisco y

 

Santiago. De la capital y sus zonas adyacentes la caravana partió del Parque Independencia para

 

así enrumbarse por los caminos del sur, en cuyas ciudades principales se fueron uniendo otros

 

patriotas. San José de Ocoa y Azua se destacaron por la numerosa y combativa presencia en la

 

gran Caravana Nacional por la Patria y la libertad.

 


 

La Caravana Patriótica, que conmemora el 41 Aniversario de la intervención militar norteamericana

 

en nuestro país ocurrida el 28 de abril de 1965, fue convocada por un colectivo de organizaciones

 

y personas entre las cuales se destacan el Foro Social Alternativo (que agrupa numerosas

 

organizaciones sociales), Fuerza de la Revolución, el MPD y FALPO, Iniciativa, el PCT, el PTD-ml,

 

la Coordinadora Continental Bolivariana, el Comité de Solidaridad con la Revolución Bolivariana,

 

Brigadas de Abril, el Comité Patriótico Antiimperialista de Barahona, así como las agrupaciones

 

estudiantiles, entre otras.

 


 

El objetivo, además de conmemorar aquella fecha luctuosa, era exigir la salida inmediata de las

 

tropas invasoras de nuestro suelo, consigna que fue abrazada masivamente por la comunidad de

 

Barahona, quien demostró en las calles su determinación a sacar las tropas invasoras.

 


 

La primera represión

 


 

Cabe destacar que desde el día 24 de abril el pueblo barahonero demostró con determinación su

 

deseo de ser territorio libre. Cauchos quemados, enfrentamientos con la policía, cierre de caminos,

 

etc., matizaron la jornada del 24 abril, día en que se inicia la revuelta militar que da paso a la

 

revolución de 1965 y que sirvió de calentamiento a la jornada del sábado 29 de abril.

 

Ya el sábado 29, sin embargo, mientras la caravana aun no hacia su fervorosa entrada e n la

 

ciudad, la policía nacional, siempre eficiente para reprimir, se aprovechó del número de los

 

primeros manifestantes, que se habían reunido a esperar el resto del grupo, para así arremeter

 

contra ellos en un acto de agresión que tenía como objetivo dispersar y persuadir a la Caravana a

 

no entrar en la ciudad. Más de 15 compañero/as fueron herido/as, entre ellos varios profesionales

 

y una joven.

 

"La policía se presentó al lugar y empezó a disparar luego de que no quisimos disolver la reunión",

 

explicó uno de los heridos.

 


 

Los heridos fueron identificados como los periodistas Frank Pineda y Obispo Figuereo, de Radio

 

Enriquillo; Valentín Cuevas, Pedro Federico Ramírez, el abogado José Ariel Féliz; la licenciada en

 

Contabilidad, Ironelis de los Santos; Oscar Medina, la doctora en medicina Leonidas Rosa Cuevas.

 

El ingeniero Oscar Moreta, profesor del Centro Universitario Regional del Suroeste (Curso-UASD);

 

el ex presidente de la regional Suroeste del Codia, Alfredo López Féliz; Anny Florián, los hermanos

 

Benjamín y Eliezer Batista Matos, la profesora Miriam Pérez, el joven Yadel Suberví, José Padilla,

 

Luis Féliz y Francisco Javier Medina.

 


 

A pesar de eso, la jornada continuó. La represión policial no pudo cumplir su objetivo de disolver y

 

disuadir. Ya cuando llegaba la Caravana Patriótica a la entrada de la ciudad, más de trescientas

 

personas, de la comunidad y de otras poblaciones del sur se habían reunido a esperarnos, la

 

policía para ese entonces se había neutralizado.

 


 

El ambiente comenzó a caldearse y a elevar los niveles de fervor cuando en cuestión de segundos

 

se inicia la caminata por la ciudad, entrando por los barrios populares, las personas caminando a

 

pie junto de la discolay delantera, y la gran caravana de vehículos detrás de la segunda “discolay”,

 

ambas lanzando consignas y cantos patrióticos, que eran aplaudidos por los pobladores, que en

 

masa salían de sus casas, en los balcones, en las aceras, en las azoteas para saludar y

 

solidarizarse con la marcha.

 


 

El segundo intento de provocación policial.

 


 

Después de aproximadamente hora y media de caminata por la ciudad, y que ya la manifestación

 

se había convertido en un mar de patriotas, la misma se encuentra con su primer encuentro con la

 

policía.

 

Alrededor de 14 policías, con armas tipo doce, intentaron infructuosamente de detener la marcha.

 

El gran numero de los manifestantes, su combatividad, logró percudir a la policía de hacerse a un

 

lado y así la pacifica marcha continuó.

 


 

La actitud de la policía resultó ser racional, dado que un intento de represión se iba a revertir

 

peligrosamente sobre ellos.

 

La marcha continuó por alrededor de dos horas más para así recorrer casi la totalidad de las calles

 

de la ciudad.

 


 

Acto frente al campamento.

 


 

A pesar de los incidentes, la marcha contra la presencia de soldados de Estados Unidos terminó a

 

unos 40 metros del lugar donde se concentran los soldados, a unos pocos metros también de la

 

fortaleza utilizada por la policía nacional de dicha ciudad.

 

Frente al campamento militar norteamericano, desde donde se pudo apreciar una cantidad enorme

 

de furgones cerrados y vehículos de asalto, los manifestantes leyeron el manifiesto elaborado para

 

la fecha y entonaron las gloriosas notas del himno nacional.

 


 

"Ha sido una demostración convincente de que el pueblo dominicano rechaza la presencia de

 

estos soldados que han venido aquí no a realizar tareas de bien social, sino a servir de

 

plataforma para la opresión de los pueblos de Latinoamérica", dijo Narciso Isa Conde, de la

 

Coordinadora Continental Bolivariana.

 

Isa calificó de "afrenta" a la dignidad de la República Dominicana la presencia de soldados

 

estadounidenses en el mes de abril, "justo cuando se conmemora un año más de la grosera

 

intervención militar de Estados Unidos".

 

Lo más destacado.

 


 

Mientras la música, y las consignas de la marcha hacían salir a la gente de sus casas en cuadras

 

enteras, lo más destacado fue descubrir que la inmensa mayoría de los pobladores coreaban la

 

consignas: “fuera yankees”, “e pa fuera que van los yankees” y “nosotros somos dominicanos, nos

 

liberó Duarte y asi queremos seguir”, “fuera los yankees”, mientras pasábamos por sus casas.

 

El apoyo fue tal que muchas amas de casa sacaron banderas dominicanas de sus casas, y no

 

fueron pocos los jóvenes y la gente de todas las edades de los barrios de Barahona que decidieron

 

unirse a la caminata. Algo destacado ocurrió cuando la marcha se acercó al parque central y un

 

centenar de motoconchos, bicicletas, y pasolas decidieron a acompañarnos para masificar aun más

 

la Caravana.

 


 

“Fue formidable; este es un ejemplo significativo, hace mucho tiempo que no había ocurrido una

 

manifestación que recibiera el apoyo popular, de las amas de casa, de los viejitos, de los jóvenes,

 

de la gente del pueblo etc, que se asemejara a esto.” Afirmó Fidelio Despradel, parte del equipo

 

de coordinación de la actividad.

 

“El pueblo de Barahona demostró hoy que no solo exige la salida de las tropas norteamericanas,

 

sino mucho más, y es que está dispuesto a luchar para que se vayan” afirmó.

 


 

El 41 Aniversario de un día de luto

 


 

El 28 de abril de 1965, la lucha por la constitución y la democracia tomó un giro diferente cuando

 

el entonces presidente norteamericano Lyndon B. Johnson ordenó el desembarco de tropas

 

estadounidenses en territorio dominicano con el pretexto de salvaguardar la vida de sus

 

conciudadanos residentes en el país.

 

El objetivo real era cambiar el destino de democracia que había construido el pueblo dominicano a

 

través de la sangre en las calles.

 


 

Los norteamericanos establecieron un "corredor de internacional" y una "zona de seguridad"

 

con la cual cercaron a los constitucionalistas, quienes ya para el día 28 habían tomado la Fortaleza

 

Ozama, que en aquella época era el asiento de la policía antimotines.

 


 

Ese mismo día, los jefes militares que se habían opuesto al levantamiento formaron una junta

 

militar que operó desde la base aérea de San Isidro. La misma estaba integrada por el coronel

 

Pedro Bartolomé Benoit, quien había firmado una carta pidiendo la intervención norteamericana;

 

por el coronel del Ejercito Enrique Apolinar Casado Saladín y por el capitán de navío de la Marina

 

de Guerra Olgo Santana Carrasco.

 


 

Inmediatamente desembarcaron, los norteamericanos encontraron la oposición armada de los

 

constitucionalistas, los cuales para tal fin crearon los llamados "comandos", que eran células de

 

combatientes que también realizaban no sólo la vigilancia del sector ocupado por los

 

constitucionalistas, sino que también funcionaban como una especie de policía civil.

 

Los Constitucionalistas, reducidos al dominio de lo que se conoce como Ciudad Nueva (zona

 

intramuros de Santo Domingo que comprende la parte más antigua de la misma), organizaron un

 

gobierno el cual proclamaron como legítimo ya que había sido gratificado por el congreso de 1963,

 

el cual, a su vez, había sido restaurado por la sublevación del 24 de abril. Ese mismo gobierno

 

proclamó como su presidente al Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó el cual había surgido

 

como líder indiscutible del movimiento.

 

La resistencia frente a la presencia de soldados norteamericanos, en 1916, hace 41 años, y hoy

 

siempre ha sido la determinación de este pueblo a liberarse.

 


 

Se derrumba la política Exterior Norteamericana.

 


 

Hay que destacar que esta manifestación en Barahona y donde participaban múltiples

 

organizaciones sociales y políticas, coincide con las manifestaciones que se desarrollan a escala

 

mundial contra la Guerra de Irak. Miles de personas marcharon por las calles de Nueva York el

 

sábado exigiendo el pronto retiro de las tropas estadounidenses en Irak.

 

Mientras los dominicanos y dominicanas marchaban, bajo la consigna “Ni un soldado yankee en

 

nuestra Patria”, “Fuera Bush” y “No a la Guerra Imperialista”, en Nueva York, marchaban contra

 

la guerra de Bush y sus halcones.

 


 

En la Puerta del Conde, símbolo de la dominicanidad, patriotas incendian bandera

 

norteamericana en rechazo a la agresión de las tropas estadounidenses a la patria.

 


 

Una lucha que apenas Comienza.

 


 

Vale aclarar que esta manifestación en Barahona se trata de un eslabón más en la cadena de

 

procesos de la lucha de lo/as patriotas dominicano/as por la salida de las tropas extranjeras.

 

Esta es la quinta gran marcha que en menos de tres meses se realiza en la República Dominicana

 

para exigir la salida de las tropas y el restablecimiento de la soberanía plena de la República.

 


 

El por qué de la Presencia Militar estadounidense

 


 

La presencia de tropas militares estadounidenses en el país se enmascara detrás de una misión de

 

ayuda humanitaria “de construcción de ocho clínicas rurales y escuelas”, pero demuestra su

 

verdadero matiz de presencia militar de otro propósito por la gran cantidad de soldados y

 

armamentos sofisticados de todo calibre que ha desembarcado, además por el carácter poco

 

transparente y contradictorio en el manejo de la información. La prensa, por su parte, ha sido

 

vedada a la zona donde se encuentran los norteamericanos, demostrando así que se trata de un

 

proyecto de diferente propósito del que se plantea.

 


 

“No se puede hacer ayuda humanitaria con tanques y bombas, si quieren construir escuelas que

 

las construyan en Nueva Orleáns, donde hacen falta” gritaban los manifestantes del 12 de febrero

 

mientras recibían un caluroso saludo por parte de los pobladores de Barahona.

 

Los expertos plantean que el verdadero motivo de la presencia militar extranjera en suelo

 

dominicano gravita alrededor de varios factores: la preocupación norteamericana ante el auge de

 

los cambios políticos en América del Sur encabezados por Venezuela y Bolivia, el reforzamiento de

 

la intervención militar en Haití, el dominio geoestratégico dentro de la nueva concepción militar de

 

los Estados Unidos dominada por la Guerra Preventiva, y la necesidad de controlar posibles

 

resistencias populares en el país.

 


 

Sin embargo para comprender la situación hay que resaltar que existen múltiples razones por las

 

cuales se ha movilizado tradicionalmente el ejército de EUU y entre esas razones pocas veces ha

 

estado la ayuda humanitaria.

 


 

Históricamente el ejército norteamericano no se caracteriza por viajar para socorrer vidas en los

 

diferentes terremotos, catástrofes que ocurren. Incluso dentro de su territorio tuvieron una

 

intervención lenta e ineficaz durante el desastre de Katrina.

 

Material de promoción realizado para la ocasión.

 


 

El entrenamiento militar tampoco parece la principal razón, aunque puede constituir, sin embargo,

 

un objetivo secundario.

 

Para comprender la operación nuevos horizontes, sobretodo hay que comprender el carácter

 

extraterritorial del ejército norteamericano y su interés en preparar el terreno en los territorios

 

adyacentes y estratégicos para posibles presencias militares temporales o permanentes. Todo eso

 

tiene el doble propósito de combinar una acción de relaciones públicas en dichos países, con la

 

creación de condiciones mínimas para aumentar su hegemonía militar en la región.

 

Es preciso comprender que la presencia militar en suelos extranjeros, y estratégicamente ubicados

 

es parte de las prioridades de la política militar del Pentágono. Su presencia en la tristemente

 

célebre base militar de Guantánamo, Cuba ha sido condenada por Naciones Unidas, que

 

recientemente ha exigido el cierre definitivo de la misma por los execrables actos de tortura que

 

se cometen diariamente en dicha prisión. También la derrotada base militar de Vieques, la de la

 

Triple Frontera, su presencia múltiple en Asia (especialmente en Corea del Sur), en Europa y otros

 

países del mundo, está provocando cada vez mayores niveles de indignación social, principalmente

 

después de los fracasos en Irak y Afganistán.

 


 

En menos de dos meses de lucha, la/os dominicano/as han demostrado que no permitirán ser

 

usados como punta de lanza, ni como base de operaciones para la agresión a ningún pueblo

 

hermano. Y en las calles han demostrado que no descansarán hasta que los soldados

 

norteamericanos salgan del país.

 


 

Recientemente, la llegada del destructor nuclear norteamericano USS Scout, y el inicio de una

 

enorme maniobra militar denominada “Sociedad de las Américas”, demuestra que el interés de los

 

Estados Unidos en la región no es precisamente la ayuda humanitaria, sino que detrás de los

 

pobres argumentos se esconden planes estratégicos de dominación que tendrán la resistencia de

 

nuestros pueblos.

 


 

Los traidores.

 


 

Ha sido sumamente paradójica la actitud del Gobierno dominicano. La presencia militar extranjera

 

se produce precisamente mientras que el Presidente Leonel Fernández promueve las celebraciones

 

para conmemorar la historia patria.

 

Caricatura de José Mercader que retrata la actitud del Presidente Fernandez.

 

La falta de transparencia e hipocresía que mantiene el Gobierno de Leonel Fernández, la

 

complicidad silenciosa de los partidos políticos del sistema, de la jerarquía eclesial corrompida y de

 

los dirigentes de las principales academias, demuestra una vez más la necesidad de que la clase

 

dominante antinacional sea desplazada del poder.

 

El pueblo dominicano está sintiendo otra vez la traición de Pedro Santana a Duarte y a los

 

trinitarios. Ahora los traidores tienen otros nombres, pero son los mismos enmascarados en

 

liberales.

 

La historia dominicana habrá de juzgar a los traidores como juzgó a Santana, a Trujillo y a

 

Balaguer.

 


 

El fantasma que despierta.

 


 

Si hay un protagonista de todas las actividades que se han desarrollado alrededor de la presencia

 

de las tropas norteamericanas ese es el recuerdo vivo de quien fuera el líder militar de la Guerra

 

Patria de Abril de 1965, el militar que se unió al pueblo en la lucha por el retorno de la

 

constitucionalidad arrebatada por los gorilas de la reacción.

 


 

La figura de Caamaño se está levantando.

 


 

El fantasma vivo de Francisco Alberto Caamaño, ya inmenso, junto a Duarte y a Luperón,

 

comienza a despertar para hacerse juventud, para hacerse pueblo. Caamaño es el símbolo de esta

 

lucha y esta renaciendo en el pueblo.

 

Pero ya no está despertando solo, Jacques Viiaux, Illio Capocci, Juan Miguel Román, del militar de

 

la libertad el Coronel Fernández Domínguez y otros tantos también despiertan.

 

A su lado renace Orlando Martínez, ya despertó Amaury Germán Aristy, y anda despertando

 

Narcisazo.

 


 

Por ahí viene la brisa de noviembre y con ella despierta Manolo y se une a nuestra lucha, por ahí

 

despierta inmensa la Raza Inmortal.

 


 

El pueblo y sus heroínas y héroes despiertan.

 

El Eslabón.

 

Está demostrado que la emotiva marcha de hoy es sólo un pequeño eslabón en la cadena de

 

luchas que vienen.

 


 

Ya se están anunciando varias actividades que hay que poner en agenda en la lucha para sacar las

 

tropas norteamericanas del país.

 


 

Para mayor información sobre las actividades consultar www.lainiciativa.org

 

Recordando a Duarte, a Luperón y a Caamaño, lo/as dominicano/as unidos expulsarán de la tierra

 

de las Mirabal, a todos los invasores.

 


 

¡Viva la República Dominicana, Fuera los invasores!

 

Juan Pablo Duarte, fundador de la República Dominicana

 

Invitación a la marcha del 29 de Abril.

 

Por H. Galván

 

Email: triunfaremos@gmail.com

 

29 de abril, 2006

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