La Paz 08 May. - Después de nacionalizar los hidrocarburos, el presidente Evo Morales ahora prepara medidas para abolir el "latifundio" y redistribuir las tierras, 53 años después de la primera reforma agraria en Bolivia.
"Se trata de una transformación lo suficientemente profunda de las estructuras socioeconómicas e institucionales del agro", dijo el lunes el viceministro de Tierras, Alejandro Almaraz en declaraciones divulgadas por el diario La Prensa.
"Puede decirse que es una nueva reforma agraria", agregó el funcionario.
El anunció se conoce siete días después de la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia, que posee las segundas reservas de gas natural del continente después de Venezuela.
Almaraz dijo que el gobierno se propone revertir las tierras acumuladas por influyentes empresarios y políticos durante los gobiernos dictatoriales (1964-1982) que "no cumplen una función productiva". Asimismo, afectará a las "tierras de engorde" acaparadas con fines especulativos.
La medida podría ser conocida antes del 2 de julio, dijo Almaraz. En esa fecha los bolivianos concurrirán a las urnas para elegir a 255 representantes a la Asamblea Constituyente, otra de las promesas electorales de Morales que se propone "refundar Bolivia" con una reforma a fondo de la constitución.
El oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) es favorito para ganar en esos comicios.
El propio Morales dijo el 1 de mayo que la nacionalización de los hidrocarburos es sólo el comienzo porque después aplicará reformas a la tierra, los bosques y la minería. Poco después el vicepresidente Alvaro García Linera comentó que el gobierno se propone acabar con los latifundios improductivos, pero aclaró que no está en los planes nacionalizar la minería, sino ajustar impuestos a las empresas que operan en esa industria.
Bolivia ejecutó una reforma agraria en 1953, pero la falta de continuidad en las políticas de estado permitió que grupos de influencia política y económicas acapararan tierras sobre todo en el oriente.
En 1996, una ley ordenó el saneamiento de tierras, pero diez años después el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) sólo pudo sanear 17% de 107 millones de hectáreas aptas para la agricultura y ganadería.
En los últimos años fue en aumento los enfrentamientos entre latifundistas y campesinos pobres debido a la invasión de propiedades por parte de grupos del autodenominado Movimiento Sin Tierra (MST).
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