lunes, mayo 01, 2006

Denuncia: Embajador William Brownfield de su cuenta, hace lo que le da la real gana


Los sucesos ocurrieron hoy a las 5:50 AM, cuando el embajador W. Brownfield se presento con 25 personas (entre niños y adultos) hasta el puesto de la Julia (Parque Nacional El Ávila), con la intención de subir el cerro. Personal de guarda parques de turno, salio a atender a los visitantes para informarles sobre los impedimentos legales para continuar la subida.

Aquí los argumentos legales:

“Por decisión del Juzgado Cuadragésimo Quinto de Control del Tribunal de Primera Instancia del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, con fecha 14/04/06, donde se especifica la prohibición de acceso inmediato al Parque Nacional El Ávila, específicamente a las áreas consideradas de alto riesgo como son: Sebucán, Cachimbo, Estribo de Duarte, Galindo y Catuche…”, entre otros puntos.

"Todo ello de conformidad con lo establecido en los artículos 26, 127, 129 y 257 de la Constitución Nacional; en concordancia con los artículos 2 y 7 de la Ley Penal Ambiental, artículo 108 ordinales 10 y 551 del Código Orgánico Procesal Penal, con remisión directa a los artículos 587 y 588 del Código de Procedimiento Civil”.
….
“…la medida Precautelativa Ambiental tendrá vigencia desde el 14/04/06 hasta el 30/06/06, previo informe de la Dirección de Meteorología de la Fuerza Aérea…”

¿Qué hizo el Embajador William Brownfield?

Una vez más asumió una actitud retadora, ofensiva, de provocación y de desacato de la Ley. Corrió y tumbó una cerca, luego saltó hacia la zona prohibida; se escondió entre los árboles y subió solo, sin dejar el pesado morral que cargaba. Arriba en la zona prohibida del Ávila, permaneció desde las 6:00 AM hasta las 2:40 PM aproximadamente, cuando los guarda parques le observaron que bajo solo. Los acompañantes del embajador se quedaron en el puesto de la Julia y luego bajaron sin complicaciones.

Con este tipo de actitudes por parte de un “embajador del gobierno de Bush” cualquier sospecha y especulación es legítima. Nos preguntamos: ¿Qué hizo en todo ese tiempo en el Ávila, con quien o quienes se reunió, qué cargaba Brownfield en su morral -de apariencia pesada-, por qué dejó a sus acompañantes varados en la Julia como si arriba lo estuviera esperando un tesoro?, ¿hasta cuando el gobierno y el pueblo bolivariano vamos a calarnos tremendo loco suelto?.

El pueblo venezolano, está atento. Los testigos del hecho, están dispuestos a denunciar y a solicitar la investigación rigurosa del caso.

A última hora se conoció que la Guardia Nacional y la Fiscalía General de la Republica, abriò las investigaciones respectivas. Estaremos atentos a los resultados de este caso.

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