jueves, mayo 25, 2006

Colombia: El Turbión ante los graves hechos de represión y censura

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Los actos de represión en el suroccidente colombiano ya dejan, al menos, 5 muertos y mantienen preso a uno de nuestros reporteros

 

Comunicado de Prensa

Ante los graves hechos de represión y censura de los que somos víctimas

Equipo | Periódico El Turbión - Mayo 18 de 2005

El equipo periodístico del Periódico El Turbión manifiesta a la opinión pública en general, a los medios de comunicación social nacionales e internacionales, a la comunidad periodística de Colombia y el mundo y, en especial, a todos sus suscriptores su rechazo ante la grave situación de violación estatal de los derechos humanos de la población civil que se ha presentado en los últimos días en todo el país. Esta situación es especialmente delicada en la región del sur occidente y no sólo ha causado las muertes de, al menos, 5 personas en los departamentos de Nariño y Cauca, sino también heridas de todo tipo a un número indeterminado aún de personas y la detención de decenas de ciudadanos, entre quienes se encuentra el colega reportero MARCELO FORERO, miembro de nuestra redacción y corresponsal de nuestro medio de comunicación en la Cumbre Nacional Itinerante de Organizaciones Sociales iniciada el pasado sábado 13 de mayo, de quien reclamamos su liberación inmediata y sin condiciones por parte del gobierno colombiano y de sus fuerzas policiales y militares, así como la libertad de todas las personas que se encuentran detenidas ilegalmente.

La María-Piendamó, resguardo indígena reconocido por el Estado, fue el punto de reunión, desde el pasado 13 de mayo, de más de 16.000 personas llegadas de todo el país para deliberar en torno a la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos y expresar su rechazo a las políticas del gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Las concentraciones humanas, que incluyeron manifestaciones de rechazo el día 15 en más de 8 departamentos del país, fueron acusadas, días previos a la cumbre, por los gobernadores de Cauca y Nariño, de ser parte de una estrategia de guerra de las organizaciones armadas que confrontan al régimen colombiano. Dichas acusaciones fueron desmentidas insistentemente por los líderes de las organizaciones participantes, exigiendo pruebas al gobierno de sus aseveraciones y reivindicando su independencia frente a los actores armados.

El día martes 16 de mayo, hacia las 3pm, las comunidades reunidas en La María-Piendamó decidieron manifestarse pacíficamente sobre la carretera Panamericana, principal vía de comunicación del occidente colombiano, siendo duramente reprimidos por más de 500 hombres del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) de la policía, desplazados especialmente hasta allí por orden presidencial, y por el ejército nacional. Durante los desórdenes los uniformados usaron gases lacrimógenos disparados desde tanquetas y helicópteros contra la comunidad y accionaron armas de fuego contra los manifestantes, asesinado al guardia indígena Pedro Pozcuez quien recibiera dos impactos de bala en su cabeza y una en su espalda. Es de destacar que, durante estos hechos, fueron empleados 3 helicópteros blackhawk del Plan Colombia, en vuelo rasante sobre el cabildo indígena, para lanzar centenares de granadas de gas lacrimógeno sobre las contrucciones comunales de la comunidad como su puesto de salud, su gobernación, su oficina de comunicaciones y su comedor, causando centenares de casos de asfixia y heridas diversas a quienes se encontraban allí. Así mismo, la policía disparó proyectiles de diversa índole -incluyendo tornillos y canicas-, desde los lanzagranadas empleados para los gases lacrimógenos, contra miembros de la prensa que intentaban recabar información fotográfica y en video de estos hechos de violencia, causando heridas menores a varios de ellos.

Sólo 24 horas después, el día miércoles 17 de mayo hacia las 3:15pm, las comunidades organizadas intentan de nuevo retomar la vía, ante el incumplimiento gubernamental de los acuerdos que propiciarían el diálogo, y nuevamente son duramente reprimidos por ejército y policía, quienes, en un acto de brutalidad sin límites, ingresan con dos tanques de guerra cascabel y 3 tanquetas antimotines al territorio comunitario de las etnias indígenas de la zona al que, como resguardo indígena protegido por la Constitución Política Nacional y por la Legislación Especial para Minorías Étnicas surgida de ésta, tienen vetado el ingreso, incurriendo en diversos delitos al devastar lo que encontraban a su caso.

Durante este acto de fuerza irresponsable fueron destruidos e incendiados por los agentes de la Policía Nacional, comandados por el coronel Mesa bajo órdenes directas del coronel José de Jesús Celi comandante regional de Cauca, el puesto de salud de La María-Piendamó, el salón de reuniones del consejo indígena, la oficina del gobernador, los silos de grano, el depósito, el almacén, las instalaciones sanitarias, varias viviendas, todos los vehículos de la comunidad y la oficina de comunicaciones del resguardo. Precisamente allí, hacia las 4:05pm ingresaron los uniformados portando armas de fuego y tomando prisioneros a cuatro comunicadores que cumplían su deber en esos momentos: Cármen Sánchez, Jesús López, Richard Calpa -los tres integrantes del equipo de la emisora comunitaria Radio Libertad- y MARCELO FORERO, reportero del Periódico El Turbión. En dicho allanamiento ilegal fueron sustraidos por la policía diversos equipos de la emisora comunitaria, equipos de amplificación, un computador,dos cámaras de video y almenos 3 cámaras fotográficas con material periodístico en su interior, los cuales fueron quemados en La María o mantenidos en poder de los agresores como botín.

Marcelo Forero, de 29 años de edad, es integrante de nuestro medio de comunicación y es enviado especial, en un equipo de reporteros gráficos, para el cubrimiento de la Cumbre Nacional Itinerante de Organizaciones Sociales, donde ha venido cumpliendo su deber para que la ciudadanía conozca los sucesos que se presentan allí. Cuando fue capturado por la policía, Marcelo estaba plenamente identificado con su credencial de prensa y se encontraba cumpliendo su deber como periodista al tratar de documentar fotográficamente los abusos cometidos por la fuerza pública, quienes arrebataron de sus manos su cámara, una grabadora de audio y una videocámara, junto a todo todo el material fotográfico que tenía en su poder.

En estos momentos, Marcelo se encuentra detenido, junto a los demás comunicadores y más de 40 miembros de las comunidades reunidas en el lugar, en la estación de policía de la población de Piendamó (Cauca) donde ha sido golpeado, le han arrebatado sus pertenencias, quitado su credencial de prensa y negado su condición de reportero, como lo declaran los coroneles Celi y Mesa al afirmar que no se tienen detenidos irregualrmente en ese lugar y que mantienen presos solamente a “un grupo de personas acusadas del delito de asonada”.

Consideramos que estas detenciones se suman al largo historial de crímenes cometidos por las autoridades estatales en los últimos días en el sur del país, cuyos puntos primordiales son las 5 muertes confirmadas en Nariño y Cauca y la devastación del cabildo de La María-Piendamó. Estas detenciones son ilegales, pues a las más de cuarenta personas retenidas por la policía no se les ha reconocido su condición de detenidos, no se les acusa de ningún delito o contravención, han sido visiblemente maltratados, sus pertenencias han sido robadas o destruidas, han sido amenazadas de muerte por los agentes del ESMAD y, en el caso particular de Marcelo y los demás comunicadores, se les ha negado el respeto a su actividad profesional como periodistas, incumpliendo con ello la totalidad de los convenios internacionales suscritos por Colombia en materia de derechos humanos y de la Libertad de Prensa y Expresión, además de totalidad de la legislación nacional e internacional sobre la materia.

Exigimos al gobierno colombiano actual, que pretende legitimar su continuidad en el poder en las elecciones del próximo 28 de mayo, el cese inmediato de la violencia oficial como medio de silenciamiento de las voces de desacuerdo a su gestión, poner un alto a las violaciones de los derechos humanos y al Derecho Internacional Humanitario, dar paso a las comunidades de Cauca y Nariño para encontrar e identificar a las demás víctimas fatales que han dejado las órdenes del señor presidente, reitar a los uniformados de los territorios colectivos y poner en libertad a la totalidad de los detenidos, incluidos los cuatro colegas.

Así mismo, reclamamos soluciones concretas a las exigencias de la comunidad y a la grave situación de las comunidades. Adicionalmente, solicitamos a los organismos internacionales su presencia como verificadores de la situación presentada en vísperas de elecciones en Cauca y Nariño, especialmente invitamos a los organismos especializados de la ONU, la Corte Penal Internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la OEA y a los distintos países hermanos a verificar la grave situación en materia de Libertad de Prensa y Expresión que se está presentando en el país y a exigir del gobierno colombiano el respeto por una actividad que, como la periodística, es fundamental para toda sociedad que se pretenda democrática.

Invitamos a toda la sociedad colombiana, a sus organizaciones sociales y políticas, a los ciudadanos del común y a la intelectualidad colombiana a manifestarse en contra de estos abusos de poder ejercidos contra la población civil inerme y a no permitir que permanezca en silencio la grave situación presentada durante los últimos cuatro días en el sur del pais. Exhortamos a todos noestros colegas, a todos los periodistas y trabajadores de la prensa en nuestro pais y el mundo, de los grandes medios masivos o de los proyectos de comunicación comunitaria y alternativa, a manifestarse en contra de la censura, la retención de manterial informativo y las agresiones contra los periodistas que ha implicado este caso y a desarrollar un trabajo serio de consulta a las fuentes directas del conflicto que permita a la ciudadanía comprender las verdaderas implicaciones de este conflicto y de las acciones de las fuerzas oficiales amparadas bajo el discurso del actual presidente candidato y su política de seguridad democrática.

Por último, agradecemos las muestras de solidaridad que el Periódico El Turbión ha recibido de diversas organizaciones de periodistas, de defensores de derechos humanos y de diversos sectores sociales y políticos, del ámbito nacional e internacional, que han extendido sus comunicaciones de apoyo a nuestra redacción y han puestonsus mejores esfuerzos humanos por la liberación inmediata de Marcelo y los demás colegas detenidos.

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