viernes, abril 14, 2006

Sexto conteo de protección para Donald Rumsfeld

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Donald Rumsfeld, el último halcón
Foto: (PL)
Redacción Central, 14 abr (PL) El Secretario de Defensa de Estados Unidos está siendo impactado por "fuego amigo". Un coro de seis ex militares norteamericanos reclama hoy la dimisión de Donald Rumsfeld, quizás el último de los halcones castrenses.

Tres años después de la invasión extranjera a Iraq, y cuando el conflicto bélico provocado por Washington alcanza dimensiones épicamente desastrosas, antiguos oficiales estadounidenses emprenden una nueva batalla. Ahora contra el jefe del Pentágono.

Por el momento, la ofensiva anti-Rumsfeld solo incluye a generales que se retiraron recientemente del servicio, pero la mayoría de ellos exige el apoyo de responsables militares en activo, algo que según analistas podrían tener en breve.

Un sexto ex oficial norteamericano pidió este jueves la cesación del secretario Rumsfeld, y alertó que Washington necesita con urgencia un nuevo jerarca de las Fuerzas Armadas.

Realmente creo que requerimos de otro Ministro de Defensa. El actual Secretario tiene demasiados impedimentos para esa función, aseguró el Mayor General (retirado) Charles Swannack, en declaraciones a la cadena CNN.

El ex jefe de la 82 División Aerotransportada afirmó que el prominente funcionario, caprichosamente anclado en su plaza gracias al presidente George W. Bush, al parecer no mantiene una correcta comunicación con su cuerpo de comandantes en el terreno.

Se trata del sexto ex militar de alto rango que solicita la renuncia del dirigente del Pentágono durante las últimas tres semanas. Todos apuntalaron sus argumentos con el pésimo curso de la guerra en el Medio Oriente.

Desde marzo de 2003, unos dos mil 350 soldados estadounidenses y 40 mil civiles iraquíes murieron como consecuencia de la conflagración en la nación árabe, donde también resultaron heridos 16 mil 600 militares enviados por la Casa Blanca.

Con anterioridad, los ex generales John Batiste, Gregory Newbold, Paul Eaton, Anthony Zinni y John Riggs aconsejaron a la Oficina Oval precipitar la abdicación de Rumsfeld.

El controversial Secretario de Defensa es el único funcionario de primer nivel en el gobierno de Bush que permanece aún en su puesto desde comienzos de la Presidencia republicana en 2001.

La separación de Rumsfeld es, según observadores, un evento que podría ayudar a Bush a recuperar la confianza de la opinión pública, cada día más inquieta por el nefasto conflicto en Iraq.

En declaraciones a la revista Time, el ex teniente general Newbold señaló que Rumsfeld debe ser remplazado sin demoras para propiciar una optimización efectiva en los medios castrenses y una perspectiva militar viable para este país.

Newbold comentó que lamentaba mucho no haber fustigado más explícitamente al gobierno de Bush antes de que tomara la funesta decisión de invadir a Iraq en 2003.

Necesitamos un líder que comprenda el trabajo en equipo. Un jefe que conozca cómo comandar sin intimidar, alguien con experiencia en concordar intereses diversos, aseveró por su lado el ex mayor general Batiste.

El ex general Zinni ha acusado a Rumsfeld de abandono del deber y de no preparar adecuadamente a las tropas estadounidenses para las operaciones en el Medio Oriente.

Según el Secretario de Defensa, "no hay nada malo en que estos ex oficiales manifiesten sus opiniones". Cuando uno es el rostro de algo polémico, como ciertamente es esta guerra, debemos esperar tales críticas, admitió Rumsfeld.

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