Por corrupto líder republicano abandona Cámara baja de EE.UU.

Tom Delay

Washington, 4 abr (PL) Nombrado en varios escándalos de corrupción, el controvertido legislador republicano Tom Delay confirmó hoy que abandonará la Cámara de Representantes de Estados Unidos y no se postulará para nueva elección.

El correligionario del presidente George W. Bush fue líder de la mayoría republicana en la cámara baja hasta finales del año pasado, cuando tuvo que ceder su puesto rodeado de acusaciones por presuntas infracciones a leyes electorales.

Fiscales también conectaron a Delay con el fraudulento cabildero Jack Abramoff, condenado el mes pasado a seis años de prisión por estafa financiera, soborno y evasión de impuestos.

Fuentes del Congreso norteamericano corroboraron que el ex jefe republicano no se presentará a la reelección en noviembre próximo para su plaza en el órgano parlamentario.

El político tejano comentó a la revista Time que "este asunto se convirtió en un referéndum sobre mi persona. Es mejor que me aparte, y de paso a lo que es importante para la comunidad".

Dos políticos de amplio historial republicano presentaron sus expedientes como posibles candidatos para reemplazar a Delay como líder mayoritario en la Cámara de Representantes estadounidense.

Se trata del representante por el estado de Ohio John Boehner y del legislador por Missouri Roy Blunt. Este último ha sido presidente interino de la mayoría en la cámara baja.

Ambos esperan limpiar la mala imagen dejada por Delay, quien podría ser procesado judicialmente por cargos relacionados con financiamiento irregular de campañas políticas y sospechas de corrupción.

Sin embargo, la renuncia de Delay al liderazgo de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes es insuficiente para la salud del partido gobernante en Estados Unidos, afirmó el diario The Washington Post.

En un editorial, el influyente rotativo consideró que la dimisión del congresista, si bien es necesaria, no constituye la solución de los problemas de los gubernamentales en el legislativo.

Los republicanos -comenta el Post- no sólo necesitaban la renuncia de Delay, sino también cambiar la forma en que el partido actuó bajo su dirección en la Cámara baja.

En opinión del periódico, la democracia no puede funcionar cuando prevalecen prácticas punibles como en las que incurrió el legislador, sobre todo las asociadas al ex poderoso mediador Abramoff, principal acusado de corrupción.