sábado, abril 29, 2006

Inmigrantes sí honran a Mártires de Chicago

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NUEVA YORK, 28 abr (IPS) - Los estadounidenses no han visto un 1 de mayo con actos masivos y huelgas en más de un siglo. Pero este lunes sí: los inmigrantes aprovecharán esta fecha histórica para protestar por el tratamiento que reciben en este país.

"No trabajar, no ir a la escuela, no comprar, no vender", exhortan los carteles en ciudades y poblados de todo Estados Unidos que convocan a las manifestaciones del 1 de mayo.

En la mayoría de los países del mundo Día Internacional de los Trabajadores es feriado nacional.

Millones de personas participan en todo el planeta en manifestaciones para recordar la gesta de los obreros textiles asesinados en 1886 por policías antidisturbios en la ciudad estadounidense de Chicago. Los trabajadores reclamaban la reducción de la extenuante jornada laboral.

Pero la conmemoración del 1 de mayo no se realiza en Estados Unidos, el propio país donde se originó. Allí, el denominado Día del Trabajo es el primer lunes de septiembre. Apenas un puñado de organizaciones izquierdistas realizan pequeños actos.

Eso cambiará este lunes, con el "gran boicot estadounidense 2006, un día sin inmigrantes". Se trata de una huelga general el 1 de mayo para reclamar plenos derechos para los inmigrantes indocumentados.

La protesta es coordinada por más de 500 organizaciones de base y de inmigrantes de todo el país, en respuesta al debate que se desarrolla en el Congreso legislativo para dificultar la residencia y el trabajo a los inmigrantes de todo el mundo.

Legisladores conservadores del gobernante Partido Republicano y del opositor Demócrata promueven una legislación que penaliza la contratación de trabajadores indocumentados. También pretenden construir un muro de seguridad en la frontera con México.

Hoy, unos 12 millones de trabajadores indocumentados, la mayoría originarios de Mexico y el resto de América Latina, desempeñan en Estados Unidos todo tipo de trabajo manual durante larguísimas jornadas y reducidos salarios.

Mientras el Congreso legislativo considera leyes aun más restrictivas que las vigentes, el presidente George W. Bush promueve un programa de "trabajador huésped" para inmigrantes y nuevos procedimientos para la tramitación de la residencia y la ciudadanía.

Pero organizaciones de derechos humanos reclaman la amnistía plena y la ciudadanía para todos los inmigrantes, estén legalmente empleados o no.

Los organizadores de la huelga también reclaman el fin del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA-TLCAN), integrado por Estados Unidos, Canadá y México, y otros acuerdos que, advierten, crean las condiciones que obligan a los habitantes de países pobres a viajar al Norte industrial en busca de empleo.

La mayor resistencia a la política migratoria procede de los trabajadores mexicanos, pero los originarios de muchos otros países se suman cada vez más al movimiento por el reconocimiento de sus derechos.

Organizaciones islámicas, por ejemplo, llamaron también a participar en las protestas masivas que comenzaron el mes pasado y exhortan a los musulmanes a unirse a los actos del 1 de mayo.

"El mensaje del Islam es de justicia social, justicia económica y justicia laboral", sostuvo el Consejo Musulmán de Asuntos Públicos del sudoccidental estado de California.

Numerosos dirigentes religiosos, empresariales y sindicales de todo Estados Unidso adhirieron al llamado del 1 de mayo. La principal productora de carne del mundo, Tyson Foods Inc., anunció que cerrará temporalmente su nueve de sus plantas ese día, porque muchos de sus obreros planean participar en los actos.

La segunda productora de carne de Estados Undios, Cargill, dará asueto a sus obreros en los estados de Kansas, Nebraska, Iowa, Illinois, Texas y Colorado.

"Esto demostrará a los legisladores que tenemos poder económico", dijo la semana pasada la Coalición de Propietarios de Empresas de la localidad neoyorquina de Long Island. "Demostraremos que los empleadores somos solidarios con nuestros empleados."

Algunos políticos demócratas adhirieron a las demandas de las organizaciones convocantes, pero mantienen distancia del movimiento de inmigrantes. El único partido que se ha manifestado con fuerza contra los proyectos de legislación represivos es el Verde.

"Todos deberían tener derechos y oportunidades de beneficiarse de los recursos disponibles. Debemos derribar barreras como el racismo, la clase, el sexismo y la discriminación por edad e incapacidad, que niegan el tratamiento justo y la equidad", sostuvo el Partido Verde.

El Senado de California adhirió a la huelga, en una resolución por la cual declara la necesidad de educar a los estadounidenses acerca de la contribución de los inmigrantes. Legisladores republicanos votaron en contra.

Los organizadores de la huelga, alentados por las últimas manifestaciones, prevén la participación de millones de personas en las del 1 de mayo.

"Esto será realmente grande. Habrá millones. Creemos posible que el Congreso se dé cuenta de que es hora de actuar", dijo el sindicalista Juan José Gutiérrez, líder del Movimiento Latino USA y residente en California..

"Sólo en Los Ángeles habrá tres millones de personas en las calles. La actividad se detendrá en Chicago, Nueva York, Tucson, Phoenix y Fresno", aseguró.

Más de 100.000 personas tomaron las calles de Nueva York en la última manifestación contra la política migratoria. En la de Los Ángeles participaron medio millón de personas. (FIN/2006)



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