miércoles, abril 26, 2006

España: Un juzgado exculpa a tres torrevejenses acusados por Microsoft de un delito de pirateo informático

.
Una sentencia emitida por el juez titular del Juzgado nº 1 de Orihuela exculpa a unos informáticos torrevejenses, acusados en 1998 por un delito de pirateo informático. La resolución judicial destaca que la práctica de los «compradores fantasmas» de Microsoft «está al borde del delito provocado». En la sentencia exculpatoria, en la que el juez hace esas consideraciones, se expone que las diligencias se incoaron en virtud del atestado instruido por la Guardia Civil de Torrevieja por un posible delito contra la propiedad intelectual, presuntamente cometido por A.A.Q., J.M.E.M. y J.J.I.T. El juez resuelve que «no ha quedado acreditado en modo alguno que los acusados instalaran software de Microsoft en sistemas destinados a la venta sin que se hiciera constar la entrega del soporte original y de la licencia de uso necesaria a tal fin».

Microsoft acusó al propietario y a los empleados de una tienda informática de Torrevieja de «traficar en su establecimiento con productos propiedad de Microsoft que se instalaban sin entrega de soporte original y licencia de uso». Esta acusación ha sido rechazada por un Juzgado de Orihuela, que considera que nunca se ha podido probar las acusaciones, ya que algunos componentes del software de los ordenadores de clientes «son los que habitualmente se pueden bajar a través de Internet».

La sentencia, dada a conocer por el bufete de abogados Almeida, defensores de los acusados, destaca que «la búsqueda inicial a través de un detective privado -como se resalta en las actuaciones- para conseguir por el denunciante que los acusados le presupuestaran y construyeran un ordenador con software que no ha satisfecho los debidos tributos, podría estar casi en el borde del delito provocado». Y pone de manifiesto que, «sin embargo, se consigue la finalidad de que el Juzgado de Instrucción número 5 de Orihuela, en abril de 1998 acuerde la entrada y registro del establecimiento». También se hace constar que «el único experto que ha declarado en condición de tal manifiesta que la inclusión o no en la factura de venta del mencionado software no es requisito indispensable para la lícita transmisión, y que únicamente lo ha usado en su pericia para determinar el perjuicio económico a la denunciante, siendo posible que en la factura no aparezca».

Estupor

El episodio supuso un verdadero shock para el propietario y los trabajadores de la empresa, que recuerdan que «nos trataron como a delincuentes». El estupor por la entrada en el establecimiento de agentes con pistolas, y «tratándonos como a traficantes», desconcertó a los profesionales informáticos «porque nosotros no habíamos hecho nada ilegal, y el trato fue muy desagradable».

Han sido ocho años de farragosa investigación, como señala la sentencia, que a ellos les ha tenido indignados durante todo el tiempo transcurrido, hasta la publicación de su absolución. Lo único que encontraron para fundamentar la acusación, aparte del testimonio del «comprador fantasma», fueron unos CD con juegos, de los que la sentencia dice que «no es delito por parte de uno de los acusados de la posesión de CD con juegos y programas, al ser para uso privado».

Aunque dicen haber olvidado el episodio porque «son ocho años ya», aún recuerdan el estupor que sintieron y los perjuicios sufridos, no sólo por la retirada de sus tres ordenadores, «para los que teníamos siete licencias», sino por las molestias que la investigación causo a muchos de sus clientes. Aunque sólo uno les retiró su confianza, lamentan que el resto tuviera que sufrir las consecuencias de una investigación que, como demuestra la sentencia, «no tenía motivación alguna».

Refiriéndose a sus clientes, el propietario del establecimiento refiere que «les molestaron mucho. Se presentaban en las empresas, en las que el propietario no está en la entrada, y le pedían a las secretarias o a cualquier administrativo la licencia, y como no sabían nada, se los llevaban a declarar a Orihuela».

Incluso, recuerda el propietario de la tienda informática, que «un chaval que había comprado un ordenador y tenía instalado Linux (un sistema operativo al margen de Microsoft), le obligaron a ir a declarar como si fuera un delito usar un sistema operativo que no sea de Microsoft».

«Microsoft se cree que si un ordenador no lleva Windows ya es ilegal», lamenta el ahora exculpado por una sentencia que constituye un varapalo para la empresa de Bill Gates y las «investigaciones» de sus «compradores fantasmas».

En concreto, del que les visitó a ellos, dice uno de los acusados que «el perito de Microsoft que entró a la tienda no había cursado mas estudios que los de COU, sin conocimientos de informática ninguno, es como si para reconocer a un enfermo hubieran llevado a un veterinario».

Y precisa que «quien investigaba esas cosas era la BSA, que es una asociación de software de más compañías, aparte de Microsoft, como Adobe y otras, y la BSA, cuando vio lo que era se retiró de la acusación, y tan sólo siguió Microsoft».

Ahora se sienten como David después de haber vencido a Goliat», muy satisfechos por la sentencia y pensando aún si tomaran alguna medida legal para exigir una reparación por los daños causados entonces. Lo recuerdan irritados, pero ya irónicos, porque nada más alejado de unos jóvenes informáticos que trabajan en un comercio de una ciudad como Torrevieja.

No hay comentarios.: