EE.UU. imposibilitado de naturalizar a terrorista

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Caracas, 28 abr (PL) Las leyes estadounidenses establecen claramente la imposibilidad de acceder a la solicitud de naturalización del terrorista de origen cubano Luis Posada Carriles, aseguró hoy el abogado norteamericano José Pertierra.

Entrevistado en el programa En Confianza de Venezolana de Televisión, Pertierra apuntó que según la legislación de ese país, a Posada tampoco se le puede dar asilo ni residencia por ser criminal y terrorista.

La ley estadounidense dice que personas condenadas por felonías con agravantes no clasifican para la naturalización y Posada fue condenado en 2004 en Panamá por intentar volar un auditorio lleno de estudiantes, explicó

Interrogado sobre el indulto otorgado por la presidenta de Panamá, Mireya Moscoso, poco antes de terminar su mandato, Pertierra explicó que una decisión de ese tipo no borra una condena a los efectos de la inmigración.

El experto explicó asimismo que la solicitud de naturalización es una maniobra para evadir la demanda de extradición de Posada presentada por Venezuela por su responsabilidad en la voladura de un avión civil en 1976 que provocó la muerte de 73 personas.

Al respecto precisó que las autoridades tienen dos opciones legales: o lo extraditan o lo enjuician en Estados Unidos, sobre la base del Tratado de Extradición con Venezuela y dos convenios internacionales.

Pertierra apuntó que el Convenio de Montreal sobre Aviación Civil y otro de protección de civiles en atentados terroristas firmado en 1998 dicen que si un país decide no extraditar al responsable, tiene la obligación, sin excepción, de juzgarlo.

Si Estados Unidos rehúsa extraditarlo o juzgarlo estaría derogando esos convenios y Venezuela podría presentar el caso a la Corte Internacional de La Haya, apuntó Pertierra.

En relación con la alegación norteamericana de que Posada no será extraditado a Venezuela por la posibilidad de que sea torturado, el abogado, que representa a este país en el caso, opinó que se trata de una maniobra para engañar al público.

Es una ironía -precisó- que se alegue el convenio contra la tortura en el caso de Posada, quien fue un torturador cuando integró la policía política venezolana (DISIP).

Recordó que los abogados de Posada solo presentaron un testigo para intentar demostrar que en Venezuela se tortura: Joaquín Chafardet, un asociado de aquel por 40 años, quien fue secretario general de la DISIP cuando el terrorista formaba parte de ese organismo.