jueves, abril 20, 2006

Crisis en gabinete de George Bush

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Washington 20 Abr. - El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, anunció ayer su renuncia al cargo, en momentos en que el presidente estadounidense George W. Bush renueva su equipo para intentar recuperar una popularidad en caída libre.

“Ha sido un privilegio y un honor extraordinario servirlo durante más de siete años, y en los dos años y nueve meses pasados como secretario de prensa”, declaró McClellan a Bush en los jardines de la Casa Blanca.

“La Casa Blanca atraviesa una fase de transición, un cambio puede ser útil”, agregó.

“Refrescar”

La partida de McClellan es el tercer cambio en el entorno cercano de Bush en los últimos días, tras los nombramientos de un nuevo jefe de Gabinete y un nuevo director de Asuntos Presupuestales.

Para Bush, según declaró McClellan el lunes, se trata de “refrescar y redinamizar” una administración que recibe desde hace meses malas noticias desde Irak y de dentro de Estados Unidos, y que ya no consigue imponer sus ideas a una mayoría republicana cada vez más rebelde a medida que se acercan las elecciones legislativas de mitad de mandato en noviembre.

Sólo el 35% de los estadounidenses aprueba la gestión de Bush, 8% menos que en enero, y 65% estima que su país va en la dirección equivocada, según un sondeo publicado este miércoles en el Wall Street Journal.

McClellan era, junto con Bush, uno de los más expuestos a la desaprobación pública, y su renuncia era una de las más esperadas.

No ha sido anunciado el sucesor de McClellan, quien habla de una transición de entre dos y tres semanas.

Sustituciones

Tras el nombramiento de Josh Bolten como jefe de Gabinete continúan así los cambios entre los colaboradores de Bush.

Este último nombró el martes al actual representante de Comercio Rob Portman como nuevo director de Asuntos Presupuestarios, a quien le toca la delicada tarea de preparar el presupuesto federal.

Pensando claramente en las elecciones, Bush también liberó ayer a uno de sus cerebros, Karl Rove, su principal asesor político, de las tareas coyunturales de la administración para afectarlo a tareas de “estrategia”, anunció la Casa Blanca. Deja las tareas cotidianas de coordinación de la política de la administración a Joel Kaplan.

Podrían haber más cambios. El secretario del Tesoro, John Snow, figura desde hace tiempo cerca de la salida.

Bush rechazó en cambio categóricamente la idea de una renuncia de su secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.

NO RENUNCIA

El nombre de otro alto personero de la Administración Bush estuvo el ojo crítico durante esta semana.

El secretario de Defensa Donald H. Rumsfeld afirmó el martes que no cederá a las exhortaciones de varios generales retirados para que renuncie, aduciendo que las quejas son consecuencia natural de que haya realizado cambios drásticos en el ejército norteamericano.

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