viernes, abril 07, 2006

Asunto muy serio: Bush y Cheney autorizaron filtrar información de inteligencia a la prensa

Washington, 6 de abril. El presidente George W. Bush -quien repetidamente ha condenado la filtración de información oficial secreta a los medios como una amenaza a la seguridad nacional- autorizó la filtración de inteligencia sobre Irak para combatir críticas contra su política bélica, según declaraciones de quien fue una de las figuras más poderosas de la Casa Blanca.

Lewis Libby, el ex jefe de equipo del vicepresidente Dick Cheney, testificó ante un gran jurado que en julio de 2003 su jefe, el vicepresidente Cheney, le informó que el presidente Bush había autorizado filtrar partes de un documento de inteligencia en sus conversaciones con la reportera del New York Times, Judith Miller, según el informe oficial de sus declaraciones divulgadas hoy en documentos legales.

Cuando estalló el escándalo hace dos años con la filtración a los medios de la identidad secreta a Valerie Plame, el presidente Bush dio la bienvenida a una investigación a fondo de su Departamento de Justicia. En septiembre de 2003 afirmó: "hay demasiadas filtraciones de información clasificada en Washington... Si hay una filtración desde mi gobierno, quiero saber quién fue. Y si esa persona ha violado la ley, esa persona será atendida".

Aunque los documentos donde se registraron sus declaraciones ante el gran jurado no contienen ninguna referencia a que sus jefes le hayan autorizado a filtrar la identidad de la agente Plame de la CIA a los medios -con lo cual estalló este escándalo político-, y sólo se refieren a la autorización de divulgar ciertas partes de la inteligencia sobre Irak, la bomba política es que fueron el propio presidente y su vicepresidente quienes, según Libby, le autorizaron a filtrar información secreta oficial a un medio.

Según los documentos presentados ante un tribunal como parte del caso contra Libby, el entonces jefe de equipo de Cheney declaró que "el vicepresidente informó al acusado que el presidente había autorizado a divulgar cierta información en el NIE (el documento de inteligencia nacional)". Libby declaró que este tipo de autorización -del presidente vía el vicepresidente- le parecía inusual y un caso único en su experiencia.

La respuesta del gobierno a un artículo crítico

De acuerdo con los documentos del fiscal especial en este caso, las filtraciones fueron autorizadas para responder a un artículo de opinión publicado por el embajador Joseph Wilson en el cual expresó serias dudas sobre algunas de las justificaciones del gobierno de Bush para preparar la guerra contra Irak.

Wilson es esposo de Valerie Plame. El artículo de Wilson fue percibido por la Casa Blanca como un "ataque directo" contra la credibilidad de Cheney y Bush, indican los documentos presentados ante el tribunal en el caso contra Libby. Fue en torno a esto que, según Libby, fue autorizado a filtrar parte de la inteligencia oficial sobre Irak antes de una reunión el 8 de julio con la reportera Miller del New York Times.

Bush y su gobierno reiteradamente han denunciado las filtraciones de información oficial secreta a los medios y han ordenado varias investigaciones, incluida una sobre quién reveló la orden ejecutiva secreta autorizando la intervención de comunicaciones de ciudadanos por la Agencia de Seguridad Nacional sin autorización judicial, entre otras.

Según algunas interpretaciones de la ley, el presidente podría no haber cometido un delito, técnicamente, ya que tiene el derecho de "desclasificar" información secreta a su discreción, derecho que también se otorga Cheney. Sin embargo, estas revelaciones posiblemente no serán empleadas en una batalla judicial, pero sí en el terreno político.

El senador John Kerry, ex candidato presidencial demócrata, declaró hoy que si el presidente usó información de inteligencia con fines políticos "es un asunto muy serio". Recordando que el mandatario prometió investigar a fondo las filtraciones, Kerry comentó que al parecer "él se ha estado buscando a sí mismo durante dos años".

Libby enfrenta un juicio acusado de obstrucción de justicia y de mentir a las autoridades que investigan el caso de la filtración de la identidad de Plame y los esfuerzos del gobierno para encubrir estas actividades. Fue en torno a este caso que la fiscalía presentó, entre otras pruebas, el registro de las declaraciones de Libby ante el gran jurado.

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