Trabajadores ecuatorianos anuncian huelga de 24 horas para el miércoles

Las centrales obreras de Ecuador, con unos 200 000 afiliados, anunciaron para el miércoles el inicio de una huelga escalonada contra el gobierno de Alfredo Palacio, para protestar por la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y exigir la expulsión de la petrolera Oxy

Vamos a demostrarle al gobierno que si no nos escucha se tendrá que ir a su casa, porque la consigna general, del campo y la ciudad, es: TLC firmado, Palacio fuera", dijo hoy Mesías Tatamues, presidente de la Central Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores (Cedoc-Cut).

Tatamues agregó que los sindicatos saldrán a las calles a exigir, además, la anulación del contrato con 0xy -implicada en un pleito legal con el Estado- un reajuste salarial de 30 dólares y para repudiar el Plan Colombia contra las drogas y la insurgencia, por sus efectos sobre la población ecuatoriana.

"La huelga del miércoles será de 24 horas, pero representa sólo el principio de la que desembocará luego para que el Gobierno entienda que acá no puede entregarse al imperio norteamericano; que debe gobernar para los ecuatorianos", advirtió el líder obrero.

Según Tatamues, la protesta incluirá marchas y mítines en varias ciudades, aunque no descartó que en una acción posterior se bloqueen vías o se realicen otras acciones de fuerza.

"Un gobierno que sólo tiene el 14 por ciento de respaldo no puede firmar TLC a nombre de todos los ecuatorianos, y eso lo debe entender. Lamentablemente acá sólo se escucha al pueblo cuando sale a las calles", agregó el dirigente de la Cedoc-Cut.

Ecuador tiene previsto culminar las negociaciones de un tratado comercial con Estados Unidos después del 23 de marzo, cuando está programada en Washington la que podría ser la última ronda de discusiones antes del cierre.

El país andino ha retrasado los diálogos por diferencias en los sensibles temas de agricultura y propiedad intelectual, aunque aun así se muestra abiertamente partidario de suscribir el acuerdo.

Además de los trabajadores, los sectores indígenas y estudiantiles se oponen vehementemente al TLC por considerar que "arruinará el campo y dejará sin empleo a miles de ecuatorianos", amenazando incluso con "tumbar al gobierno" si firma el tratado.