jueves, marzo 02, 2006

Estados Unidos es principal violador de derechos humanos de cubanos

La Habana, 2 mar (PL) Mientras emplea todo su poder para evitar la creación en su versión actual del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, las acciones de Estados Unidos contra Cuba lo señalan como principal violador de esas prerrogativas de los cubanos.

Datos de la Oficina Nacional de Estadísticas revelan que el 69 por ciento de la población residente en Cuba nació después de 1959, año del triunfo revolucionario, y conoció desde entonces las amenazas y el bloqueo norteamericano contra la Isla.

Por otra parte, hasta finalizar el 2004, una evaluación económica preliminar de los daños directos sufridos por la población debido a ese asedio se eleva a unos 80 mil millones de dólares.

Un análisis de esa cifra, incluso considerada como conservadora por las autoridades locales, es independiente de los más de 54 mil millones de dólares calculados por daños directos a objetivos económicos y sociales.

Estos últimos fueron ocasionados por sabotajes y acciones terroristas cuya organización y financiamiento se realizaron en territorio norteamericano sin esfuerzos de los gobiernos de esa nación por evitarlos, de acuerdo con un documento de la cancillería cubana.

Como si fuera poco, no refleja el valor de producciones frustradas por las medidas de persecución de toda transacción internacional comercial intentada por la mayor de las Antillas, entre ellas el sabotaje a cualquier crédito negociado.

A la hora de analizar esta cuestión es imposible obviar que ello repercutió directamente en los esfuerzos por el desarrollo económico y social de la isla para la elevación del nivel de vida de los cubanos, derecho fundamental desconocido por Washington.

Las estadísticas demuestran que si La Habana hubiera dispuesto de los recursos afectados por el bloqueo estadounidense estos habrían impactado positivamente en la realización plena de los derechos económicos, sociales y culturales del pueblo.

Un ejemplo es que con mil millones de dólares anuales el gobierno podría, en cinco años, construir una vivienda adecuada para la cuarta parte de la población y con 127,6 millones anuales se garantizaría un litro de leche para todos los niños hasta 15 años.

El mismo informe de la cancillería cubana recalcó que la administración del presidente George Bush se destacó especialmente en intensificar el cerco a Cuba mientras se titula defensor de los derechos humanos en el planeta.

La denominada Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro emplea ahora cinco veces más agentes para aplicar leyes restrictivas a Cuba que los asignados para rastrear las finanzas de Al-Qaeda, según legisladores norteamericanos.

Sólo entre 1990 y 2003, dicha Oficina desató 10 mil 683 pesquisas para impedir que los norteamericanos ejerzan su derecho a viajar a Cuba y penalizó con multas por ocho mil millones de dólares a quienes visitaron La Habana.

La campaña anticubana permitió a la Casa Blanca ordenar una revisión, país por país, con el fin de localizar cualquier tipo de transacción comercial con Cuba y castigar a las empresas extranjeras dispuestas a ello.

Pero más sensibles resultan las afectaciones en áreas como la salud pública y la educación, verdaderos derechos humanos desconocidos por Estados Unidos mediante ese bloqueo.

Ese es el caso de la atención a los niños enfermos de cáncer donde se llegó a comprar por las transnacionales norteamericanas algunos laboratorios que vendían a Cuba los citostáticos, realmente fundamentales para el tratamiento a los pequeños.

Situación similar de dificultades confronta el país caribeño para la adquisición de isótopos destinados a atender a niños con cáncer ocular o de endoprótesis ósea de tumores para sustituir amputaciones.

La obtención de medios diagnósticos para detectar el virus causante del Síndrome Respiratorio Agudo Severo y hasta inhaladores para usar en crisis asmáticas, también forman parte de las "peligrosas" compras cubanas que Bush ordenó impedir.

En el sector educacional, no sólo se niega la compra de medios didácticos, sino también de equipos como máquinas Braille que necesitan los niños ciegos o débiles visuales que acuden a las escuelas especiales.

Estos ejemplos son algunos de la larga lista mostrada por los cubanos, quienes señalan al gobierno de Estados Unidos como el mayor violador de los derechos humanos en el planeta.

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