jueves, febrero 02, 2006

Venezuela llegó al siglo XXI en 1999

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Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías
Foto: ABN, archivo


Caracas, 01 Feb. (ABN).- El 6 de diciembre de 1998, una contundente victoria popular opta por un cambio radical que sepulta el tradicional bipartidismo y elige como nuevo presidente de la República a Hugo Chávez Frías. El 2 de febrero de 1999, acompañado por el pueblo, Chávez asume la presidencia y pone en marcha la Revolución Bolivariana, anunciando la convocatoria de la Asamblea Constituyente.

Hoy, a siete años de camino recorrido, recordamos como empezó a cristalizarse un proceso que cambió radicalmente la vida política, económica y social de Venezuela, impulsando ideales y valores humanistas, populares y democráticos, contrarios a los que se trató de imponer durante todo el siglo XX. La Revolución Bolivariana apunta, de manera clara, hacia un siglo XXI de justicia social, solidaridad y democracia participativa y protagónica.

Una de las primeras medidas impulsoras del cambio fue el proceso constituyente, que sentó las bases de una nueva República, orientada a transformar las instituciones.

Los cambios orientados a refundar la República se han desarrollado en forma pacífica y democrática, respetando las leyes, las instituciones y la Constitución aprobadas por el pueblo.

Para lograr el cambio, se llamó a la participación protagónica de los venezolanos y venezolanas para que se conviertan en los actores y garantes del cambio y de la construcción de un Estado cuyas decisiones sean dirigidas a conseguir el bien común.

La democracia se transforma así de representativa a participativa. El venezolano poco a poco va formándose integralmente en una nueva visión de país y de sociedad, donde ahora es corresponsable de los cambios.

Se inicia un nuevo modelo de participación política que obliga a un proceso de relegitimación de todos los poderes, incluyendo a la Presidencia de la República. El cambio remueve todas las viejas estructuras. Los partidos, sindicatos y demás corporaciones, sobre las que estuvo sostenido el aparato político anterior, son sometidos a revisión. Surgen nuevas formas de organización, como redes y cooperativas, con un nuevo sentido reivindicador, sustentado en la solidaridad.

De esta forma el proceso bolivariano consolida y hace crecer la autoestima, el poder y la unión del pueblo venezolano para lograr los cambios que sueña, al recordar su pasado histórico de participación en las luchas de la primera emancipación.

El pueblo defendió la constitucionalidad y democracia

El 11 de abril del 2002, el gobierno de Hugo Chávez Frías enfrentó un golpe de Estado, donde el pueblo tuvo una especial actuación, pues con conciencia de lo que estaba en juego y sin miedo, salió a la calle a defender los cambios logrados y su esperanza, rescatando la constitucionalidad y la democracia.
Seguidamente, en diciembre de 2002 y enero y febrero de 2003, otro acontecimiento atenta contra el gobierno democrático y constitucional de Venezuela: un sabotaje subversivo contra la columna vertebral de la economía nacional, la industria petrolera (Petróleos de Venezuela –Pdvsa-).

Este sabotaje fue derrotado gracias al esfuerzo de los trabajadores leales a la patria, quienes se mantuvieron activos; la incorporación de personal jubilado, la movilización de fuerzas militares y la incorporación del pueblo en todo el país, que no sólo se unió a tareas de vigilancia y protección, sino que soportó estoicamente las privaciones derivadas del sabotaje, como lo fueron la falta de gasolina y el gas doméstico para cocinar.

En el 2004 se concretó además una gran victoria política y un hecho inédito para la historia política del país: el 15 de agosto se llevó a cabo un referéndum revocatorio contra el mandatario nacional, quien salió victorioso al obtener 59,25% de votos a su favor.

Además, en ese año se inició una nueva etapa del proceso bolivariano con el lanzamiento del Nuevo Mapa Estratégico, Nueva Etapa de la Revolución Bolivariana, programa que define diez objetivos estratégicos para la nación, entre los que resaltan el tema energético y la soberanía alimentaria.

2005 año de éxitos nacionales e internacionales

Sin duda alguna, el año 2005 fue de grandes éxitos, especialmente en materia de integración, en el ámbito internacional, para el gobierno de Chávez.

Durante el primer trimestre, el Jefe de Estado viajó a Argentina para firmar diferentes acuerdos de cooperación en las áreas de comunicaciones, salud e hidrocarburos. En el área de telecomunicaciones se concretó la participación de Argentina en Telesur, el nuevo canal de televisión latinoamericano, que tiene como misión difundir valores, imágenes, costumbres, contenidos e ideas de la región.

También el presidente Chávez realizó una gira por los países del medio oriente y del viejo continente, India, Qatar y Francia, a fin de fortalecer las relaciones y suscribir importantes convenios en materia petrolera y comercial.

En el mes de septiembre, el mandatario nacional viajó a Nueva York para asistir a la 60ª Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la cual pronunció un histórico discurso, en el que reivindica con determinación el respeto a la soberanía y dignidad de la patria, al denunciar la aprobación inconsulta del documento final de la reunión.

Es en este mes, cuando el presidente Chávez se declara socialista e invita a todo el pueblo a transitar por lo que él llamó "el nuevo socialismo del siglo XXI, un socialismo para Venezuela con base en los tiempos que estamos viviendo y construido en colectivo, no impuesto por nadie".

En octubre, nuevamente se llevó a cabo una gira presidencial, pero esta vez en Europa (España, Italia y Francia), enfocada principalmente a fortalecer un lineamiento del proceso bolivariano como lo es construir un mundo pluripolar.

El 2005 culminó con otro hecho nuevo para la historia venezolana, pero esta vez en materia económica, cuando se oficializó la entrada de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur).

La República Bolivariana de Venezuela con su pueblo y su Constitución, luego de siete años de lucha y transformación, se ha convertido en referencia internacional de todos los movimientos democráticos y progresistas del mundo que pugnan por conquistar una sociedad más justa y que comparten la consigna: Otro mundo es posible.

Frente a sí, Venezuela tiene aún muchos retos por superar. Entre otros el combate a la pobreza, mayores niveles de justicia social, la construcción de canales más eficientes de participación y protagonismo popular, y la victoria sobre la corrupción y el burocratismo.

Estas son algunas de las tareas que están en la agenda de la Revolución Bolivariana y en la movilización y los sueños de millones de venezolanos.

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