viernes, febrero 24, 2006

Intentan con toque de queda detener violencia en Iraq

Bagdad, 24 feb (PL) Las autoridades iraquíes decidieron extender hoy el toque de queda para detener el estallido de una guerra de base confesional, al tiempo que tratan de aniquilar la resistencia a la ocupación.

Esa medida de restricción comenzó a aplicarse la víspera en medio de una escalada de violencia que en las últimas horas cobró la vida de más de 80 personas.

El gobierno impuso la limitaciones correspondientes en cuatro provincias, a fin de detener las acciones desatadas tras el atentado a la mezquita chiíta de Askariya, en la norteña ciudad de Samarra.

La oficina del primer ministro, Ibrahim al Jaafari, notificó que el toque de queda funcionará hasta las 16:00 hora local en Bagdad, Diyala, Babilonia y Salaheddin.

En esta jornada del viernes, cuando la plegaria musulmana cobra una señalada importancia, se prohibió la circulación y los infractores podrían ser baleados por las fuerzas de seguridad.

Paradójicamente, con la aplicación de esas restricciones, el gobierno y las tropas norteamericanas crean un ambiente que les permite actuar públicamente sin límite.

Observadores se refirieron a que las autoridades instrumentan la amenaza de una guerra entre comunidades religiosas para aumentar sus operaciones contra la resistencia.

Según el coronel de la Policía Salam Khatab, sus agentes hallaron en las últimas horas más de 80 cadáveres con huellas de que fueron ejecutados con disparos.

Aún es difícil conciliar una cifra única de las víctimas desde el pasado miércoles, cuando un atentado con explosivo voló parte del domo del santuario de Samarra.

No obstante la fragmentación informativa, se estima que desde entonces murieron unas 130 personas como parte de las represalias por ese hecho, principalmente musulmanes sunitas.

Según las tropas estadounidenses, la comunidad sunita encabeza la resistencia armada, la cual perfeccionó sus métodos de guerra de desgaste en estos 34 meses de ocupación.

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