martes, enero 24, 2006

Un millón 400 mil cubanos marcharon ante legación de EE.UU.

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El pueblo de la capital cubana marcha frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos.
Foto: M. Viñas
La Habana, 24 ene (PL) Un millón 400 mil cubanos marcharon hoy frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos (SINA) en esta capital, para condenar las provocaciones de Washington contra Isla y reiterar su apoyo a la Revolución.

Encabezada por el presidente cubano, Fidel Castro, una gigantesca marcha al grito de "Bush fascista, condena al terrorista", los manifestantes repudiaron la inminente liberación del notorio terrorista Luis Posada Carriles.

Responsable confeso de la voladura de un avión cubano en octubre de 1976, en que perdieron la vida 73 personas, Posada Carriles permanece detenido en El Paso (Texas) desde mayo último, luego de ingresar a Estados Unidos procedente de Isla Mujeres, México.

El jefe cubano de Estado, poco antes de iniciarse la marcha, señaló ante una multitudinaria concentración que su país nunca aceptará ultrajes a su dignidad y soberanía.

Dirigido el mensaje "al noble pueblo de Estados Unidos y a la opinión pública mundial", Fidel Castro relacionó los objetivos de Washington en la nueva y peligrosa campaña anticubana, ya dados a conocer en una comparecencia el pasado domingo.

Recordó que, como parte de la trama, se pretende poner en libertad a Posada Carriles.

Precisó que ese criminal fue reclutado y entrenado por los servicios de inteligencia norteamericanos desde 1961 y participó en monstruosos crímenes y en la Operación Cóndor, organización internacional terrorista que asesinó a personalidades latinoamericanas.

Agregó que fue liberado por la CIA de la prisión en Venezuela, en 1985, vinculado a la guerra sucia contra Nicaragua y utilizado durante cuatro décadas para tratar de asesinar al presidente cubano.

Fue excarcelado en Panamá, por gestiones del actual presidente de Estados Unidos, mediante un indulto firmado por la entonces presidenta de ese país, Mireya Moscoso, en agosto de 2004.

George W. Bush está peligrosamente desesperado por el fracaso total de sus planes para aislar y asfixiar económicamente a la Isla y no se resigna a ello, por lo que hace todo lo posible para satisfacer los deseos de la mafia terrorista cubano-americana.

El gobierno de Bush adoptó medidas para privar a Cuba de ingresos absolutamente legítimos, al limitar el envío de remesas de residentes en aquella nación a sus familiares y se propone violar el acuerdo migratorio suscrito bilateralmente, añadió.

Fidel Castro, desfilando al frente de un gran bloque de estudiantes y trabajadores sociales, cerró la gigantesca marcha que se extendió por siete horas de ininterrumpido desfile del pueblo ante la SINA.

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