lunes, enero 16, 2006

Trabajadores de aeronáutica española protestaron contra veto de EEUU

Caracas, 16 Ene. ABN.- Más de 200 trabajadores de la empresa EADS-Casa, constructora de las 12 aeronaves que Venezuela compró a España, protagonizaron este lunes una protesta frente a la sede de la compañía, en la localidad madrileña de Getafe, para expresar su disgusto por el veto del Gobierno de Estados Unidos (EEUU) a que se utilice su tecnología aeroespacial en los mencionados aviones, según informaron medios en Madrid, España.

Adicionalmente a esta concentración callejera, los trabajadores de todas las sedes de la aeronáutica europea en España realizaron paros de cinco minutos en horas del mediodía en defensa de la industria aeroespacial española y en contra de que las cuestiones políticas decidan las cuestiones comerciales.

La protesta fue convocada por el comité Interempresa de EADS-Casa, al considerar que la decisión del Gobierno estadounidense no sólo afecta el contrato entre España y Venezuela, sino que perjudica la compañía y, por ende, a los trabajadores, según refirió la agencia de noticias Europa Press.

El presidente del comité Interempresa de la firma, José Alcázar, señaló que esta iniciativa, acordada por unanimidad entre todos los representantes de los empleados, incluidos los sindicatos, «pretende llamar la atención de todos los partidos políticos para recordarles que una situación de estas características no beneficia en absoluto al país».

«Se tendría que cerrar filas y unificar una posición política, ya que un acuerdo industrial de este calibre supone no solamente la consolidación de la industria española, sino el poder aumentarla en una área tan especial como América Latina», explicó.

El alcalde de Getafe, Pedro Castro, presente en la concentración que cortó el tráfico en la avenida John Lennon, frente a la entrada de la fábrica, recordó que EADS-Casa es una de las principales empresas aeroespaciales de Europa y advirtió que si no se llevan adelante los contratos, «se pueden poner en peligro más de 6 mil puestos de trabajo».

Castro solicitó que todos los grupos políticos se sumen a estas reivindicaciones para que la empresa pueda fabricar sus productos sin ningún tipo de restricciones, y aseguró que no entiende la política de Estados Unidos de «cercenar la posibilidad de desarrollo tecnológico, por lo que vamos a compartir con los trabajadores la defensa de sus puestos de trabajo».

También el concejal de Empleo del Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Rodrigo Torrijos, del partido Izquierda Unida (IU), apoyó la movilización de los trabajadores y criticó el obstruccionismo estadounidense.

Torrijos afirmó que los trabajadores tienen toda la razón al manifestar su rechazo a lo que calificó como una iniciativa de cinismo internacional en defensa de la soberanía y contra la libre voluntad de comerciar con un Estado democrático, como es el venezolano.

Consideró que se trata de una de las operaciones más arteras y cínicas de carácter internacional, ya que pone en evidencia «lo que siempre defiende el Gobierno norteamericano: la libertad de mercado y la quiebra cuando la condiciona a la libertad de defender la tecnología que le es propia».

La operación de venta a Venezuela de 12 aviones de Casa y de ocho fragatas construidas por la empresa estatal española Navantia, una operación valorada en mil 700 millones de euros, fue suscrita en Caracas el 28 de noviembre pasado por el presidente venezolano, Hugo Chávez Frías y por el ministro español de Defensa, José Bono.

Pero Estados Unidos, que desde el principio se opuso a la negociación, comunicó a las autoridades españolas el pasado día 12, por medio de su embajada en Madrid, que su Gobierno había denegado las licencias solicitadas por EADS-Casa para transferir a Venezuela la tecnología estadounidense de los aviones.

Al respecto, el presidente del comité Interempresa de EADS-Casa, José Alcázar, apuntó la posibilidad de utilizar material procedente de Francia en lugar de Estados Unidos, si es aceptado por el Gobierno de Venezuela.

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