lunes, enero 30, 2006

En que gastaron los ocupantes el dinero de los iraquies

DUBAI, Emiratos Arabes Unidos 30 Ene. - Dinero iraquí apostado en mesas de juego en las Filipinas. Millares gastados en una piscina que nadie usa. Un ascensor reparado de manera tan precaria que se precipitó al vacío y mató gente.

Una auditoría del gobierno de Estados Unidos descubrió que las autoridades estadounidenses de ocupación derrocharon decenas de millones de dólares que se suponía debían usarse para reconstruir Irak. Lo hicieron con gastos no documentados y a veces con fraude descarado.

En algunos casos, los auditores recomendaron presentar cargos delictivos contra los autores. En otros, decidió pedir al embajador estadounidense en Irak que recupere el dinero.

Los informes de las auditorías describen cómo las oficinas de la Autoridad Provisional de la Coalición, en la ciudad de Hillah, estaban llenas de fajos de billetes de 100 dólares extraídos de una caja fuerte sin documentación.

Revela que un agente guardaba casi 700.000 dólares en efectivo en un armario sin candado y menciona a un soldado estadounidense que perdió en juegos de apuestas en las Filipinas unos 60.000 dólares en fondos para la reconstrucción.

"Decenas de millones de dólares en efectivo han entrado y salido de las arcas de la Región Sur-Centro sin ninguna documentación sobre quién depositó ni retiró el dinero, ni por qué fue retirado", dice un informe del inspector general especial para la reconstrucción de Irak, que está en medio de una serie de auditorías para el Pentágono y el Departamento de Estado.

Gran parte del primer informe se refiere a las contrataciones en el sector sur-centro de Irak, una de las regiones menos hostiles en el país. Todavía falta realizar las auditorías sobre los gastos de las autoridades de ocupación en el resto de Irak.

Las auditorías dan una muestra de la caótica ocupación encabezada por Estados Unidos en 2003-04, cuando funcionarios estadounidenses inexpertos _incluyendo trabajadores en la campaña electoral del presidente George W. Bush_ organizaron una misión para reconstruir la devastada economía iraquí.

Pero la corrupción e incompetencia documentadas en el informe revelan que gran parte del esfuerzo _por bien intencionado que pretendiera ser_ resultó un despilfarro.

El fracaso del esfuerzo de reconstrucción se ha visto confirmado vívidamente por el aumento de una virulenta insurgencia antiestadounidense que a fines de enero llevaba cobradas las vidas de más de 2.235 soldados estadounidenses desde comienzos de la invasión.

En algunos casos los auditores no pudieron hallar vestigios del dinero en efectivo, gran parte del cual provenía de los ingresos petroleros iraquíes supervisados por las autoridades de ocupación.

"Esas deficiencias fueron tan significativas que nos impidieron cumplir con nuestros objetivos declarados", dijeron los auditores refiriéndose a que las autoridades estadounidenses en Hillah no pudiesen dar razón de 97 millones de los 120 millones de dólares en ingresos petroleros iraquíes que debían destinarse a proyectos de reconstrucción.

Una auditoría en octubre del 2005 halló documentaciones sobre el gasto de apenas 8 millones de dicha suma.

La negligencia resultó mortífera en por lo menos un caso. Tres iraquíes se precipitaron a la muerte en un ascensor en el Hospital General de Hillah que debió haber sido reemplazado por un contratista que recibió 662.800 dólares por su trabajo.

También en Hillah, las autoridades de ocupación gastaron 108.140 dólares para reemplazar bombas de alimentación y reparar la piscina olímpica de la ciudad. Pero el contratista se limitó a lustrar las cañerías viejas para hacerlas parecer nuevas y cobró el dinero.

Cuando se llenó la piscina, el agua salió con un tinte marrón y hubo que cancelar su reapertura. Los informes no identifican a los contratistas.

Los auditores han pedido al embajador estadounidense que recupere un total de 571.823 dólares que los informes describen como exceso de pagos.

En algunos casos, el dinero sencillamente desapareció.

Dos agentes de las autoridades de ocupación responsables de pagar a los contratistas salieron de Irak sin dar razón de más de 700.000 dólares cada uno. Cuando los auditores enfrentaron al supervisor de ambos y le preguntaron dónde estaba el dinero, éste intentó justificar a uno de los dos agentes con documentación falsa.

"Esto parece ser un intento de suprimir los balances pendientes eliminando las cuentas", dijo el auditor. Los dos agentes no fueron identificados y no se sabe si fueron acusados.

Un informe describe irregularidades en más de 2.000 contratos pequeños en el sector sur-centro de Irak por 88 millones de dólares. El personal de la ocupación o sus supervisados entregaron millones de dólares a compañías que nunca presentaron ofertas en licitación competitiva o a otras que nunca terminaron su trabajo.

Otros ejemplos citados en los informes:

_Sólo una cuarta parte de los 23 millones de dólares entregados a funcionarios de contratos y proyectos civiles y militares para pagar a los contratistas llegaron a éstos.

_Un contratista recibió 14.000 dólares cuatro veces por el mismo trabajo.

_De los 7,3 millones de dólares invertidos en una academia policial cerca de Hillah, los auditores sólo pudieron constatar el destino de 4 millones. Dijeron que 1,3 millón se gastó en construcciones de precio excesivo o duplicadas o en equipos no entregados. Faltaban más de 2 millones de dólares.

_Personal estadounidense "desembolsó innecesariamente más de 1,8 millón de dólares" de los 2,3 millones gastados para renovar la biblioteca en la ciudad chiíta de Karbala.

_El contratista de la biblioteca sólo entregó 18 de 68 computadoras personales y no instaló conexiones de internet ni los programas. Las computadoras sólo funcionaban individualmente.

_El comando de transición de seguridad encabezado por Estados Unidos gastó 945.000 dólares por siete Mercedes-Benz con demasiado poco blindaje como para Irak. Los auditores sólo pudieron localizar seis de los vehículos.

_En determinado momento, varios agentes de pagos mantenían el dinero en el mismo cajón en la caja fuerte de Hillah. Un agente sacó 100.000 dólares del fajo de billetes de otro para equilibrar sus cuentas. "Esto sólo se descubrió porque el otro agente tenía que hacer un pago ese mismo día y se dio cuenta de que estaba corto de fondos", dice el informe.

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