lunes, enero 23, 2006

Bolivia: Primer indígena canciller y primera mujer encargada de la seguridad

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El presidente boliviano Evo Morales (I) felicita a sus nuevos ministros, Walter Villarroel (C), de Minería, Casimira Rodriguez (D), de Justicia, y Andrés Solís Rada (2-I), de Hidrocarburos, el 23 de enero de 2006 en La Paz.
Foto: Jaime Rázuri /AFP
LA PAZ (AFP) - David Choquehuanca, un políglota economista muy vinculado a ONGs de Europa y hombre de la más estrecha confianza del flamante presidente Evo Morales, se convirtió en el primer canciller de origen indígena aymara en Bolivia, y Alicia Muñoz en la primera mujer encargada de la seguridad y del régimen político internos.

También en un hecho sin precedentes en la historia boliviana, una mujer, Casimira Rodríguez, una quechua empleada doméstica, pasó a encabezar la cartera de Justicia, tradicionalmente a cargo de abogados.

Morales posesionó este lunes a su primer gabinete de 16 ministros, mezcla de técnicos, políticos, dirigentes indígenas, campesinos, sindicales y vecinales, en una ceremonia cumplida en el Palacio Quemado de La Paz, un día después de asumir el mando de la nación andina.

Choquehuanca, un aymara moreno de 1,60 m de estatura, que presidió en el pasado NINA, una ONG francesa de izquierda, asumió la jefatura de la diplomacia boliviana en reemplazo del abogado y diplomático de carrera Armando Loaiza.

En su calidad de jefe del primer gabinete de Morales, Choquehuanca -típico apellido en los Andes indígenas de Bolivia- proclamó en lengua nativa que el gran día (de los pueblos nativos) ha llegado: "Uka jacha uru jutasjiway", proclamó tras la ceremonia de juramentación ministerial. También habló en otras cuatro lenguas originarias.

Por su parte Muñoz, una antropóloga andina y ex senadora, se convirtió en la primera mujer en asumir la cartera de Interior, un cargo para que el se necesita una alta dosis de sagacidad, principalmente después de que Morales expresara "miedo" a habitar la residencia presidencial, en La Paz, por sospechas de espías y otras "trampas".

"Estamos dispuestos a empujar este proceso, a profundizarlo y sin gastos reservados velar por la seguridad del Estado", declaró la mujer.

En una alocución durante una celebración popular el domingo, Morales aseguró que en su gobierno no se registrarán muertos a manos del Estado al tiempo de anunciar la supresión de una partida presupuestaria de cerca de 4 millones de dólares asignados a gastos reservados.

La designación de Muñoz "es un mensaje claro de diálogo", dijo a la AFP un allegado a la administración de Morales, Hugo Moldiz.

Otra de las novedades sin parangón en la historia boliviana de casi dos siglos fue Rodríguez, una humilde mujer de pueblo, de origen indígena, que llega a dirigir el rubro de Justicia, saltando desde su cargo de dirigente sindical de las empleadas domésticas, puesto que ella ejerció.

En Bolivia el alto porcentaje de las sirvientas son de origen indígena. En la década de los 80, el ahora jerarca de los indios aymaras del altiplano boliviano Felipe Quispe se alzó en armas "para que mi hija no sea tu empleada", le espetó a una periodista.

La administración Morales, que encomendó Minería a un trabajador de subsuelo, Walter Villarroel; Educación a un sociólogo y antropólogo aymara Félix Patzy y el recientemente creado ministerio de Agua a un combativo dirigente vecinal Abel Mamani, reinstauró el ministerio de Justicia "porque eso es lo que reclama la democracia".

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