jueves, enero 12, 2006

Aparecen nuevas denuncias en informe de Amnistía Internacional sobre Guantánamo

La prisión de Guantánamo, en Cuba, cumplió un aniversario con la revelación de los nuevos informes de Amnistía Internacional (AI) sobre las atrocidades perpetradas en esa base naval por Estados Unidos en el marco de la "guerra contra el terrorismo", donde mantiene detenidos, sin cargos ni juicio, a unos 500 presos. “En Guantánamo, unos 500 hombres han sido tratados con un desprecio que nadie debe ser obligado a soportar”, declaró la organización de defensa de los derechos humanos, que reclamó nuevamente el cierre de la prisión a cuatro años de su apertura.

Detenidos de Guantánamo: 4 años sin justicia

Hace cuatro años, Estados Unidos trasladó a sus primeros detenidos de la “guerra contra el terror” –encapuchados y encadenados– al centro de detención de su base naval en la bahía de Guantánamo, Cuba.

El régimen de detención de la bahía de Guantánamo entra en su quinto año, y unas 500 personas de 35 países continúan recluidas sin cargos ni juicio. Mientras se les niegan los derechos que les otorga el derecho internacional, crecen las denuncias de tortura y malos tratos a estos detenidos en el campo.

Los detenidos permanecen, en la práctica, en un agujero negro legal, muchos de ellos sin acceso a tribunal de ningún tipo, asistencia letrada o visitas de su familia. Muchos permanecen recluidos hasta las 24 horas del día en celdas pequeñas sin apenas oportunidad de hacer ejercicio. Con frecuencia permanecen en régimen de aislamiento –en ocasiones durante meses– como castigo por infringir las estrictas reglas del campo. Varios detenidos han intentado suicidarse. El intento de suicidio más reciente (según los informes, el décimo llevado a cabo por este mismo detenido) fue el del bahreiní Jumah al Dossari. A otros detenidos la desesperación les ha llevado a emprender huelgas de hambre, y se los está manteniendo vivos –en algunos casos contra su voluntad– mediante dolorosos procedimientos de alimentación forzada.

Las terribles condiciones, las denuncias de tortura y otros malos tratos, la reclusión de individuos en Guantánamo durante hasta cuatro años sin acceso a la justicia, son todas ellas alarmantes violaciones de derechos humanos. Los planes de Estados Unidos de juzgar a los detenidos mediante comisiones militares traerán aún más injusticia. Estas comisiones no son independientes y permiten la presentación tanto de pruebas obtenidas mediante tortura o coacción como de testimonios de oídas.

Los detenidos de Guantánamo deben ser puestos en libertad, a menos que se les acuse de delitos comunes reconocibles y se los juzgue en procedimientos justos.

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