martes, diciembre 20, 2005

Sin sobresaltos, Bolivia se acostumbra al nuevo presidente

Sin sobresaltos, Bolivia se acostumbra al nuevo presidente


 La Paz, 20 dic (PL) Bolivia se acostumbra hoy sin sobresaltos a su próximo presidente, Evo Morales, y a la nueva manera de gobernar, fundamentalmente popular, que el líder indígena perfila tras su sólida victoria en las urnas.

 

Locutores y comentaristas de televisión que hace apenas una semana maltrataban o despreciaban al líder del Movimiento al Socialismo (MAS) para impedir su triunfo, comienzan a llamarlo presidente y a ubicarlo en los espacios noticiosos estelares.

Fundamental para ello es la nueva realidad determinada por la contundencia de la victoria de Morales en los comicios del domingo último, que también matizó el tono de sectores políticos y empresariales.

Mientras los derrotados en las urnas, el ex presidente neoliberal Jorge Quiroga -que atacó casi obsesivamente en la campaña a Morales- y el empresario Samuel Doria Medina, entraron en una "cura de silencio", los empresarios se mantienen cautos.

El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) sostuvo que los hombres de negocios se sienten tranquilos y hasta dijo que la victoria de Morales dará estabilidad al país y evitará eventuales fugas de capitales.

"Creemos que el resultado democrático y lo que el pueblo ha mostrado al mundo, la capacidad de resolver los problemas en democracia, están demostrando estabilidad", señaló.

Lejos del tono de exigencia que suelen usar los empresarios en un cambio de gobierno, Mustafá consideró claro que la economía debe ser la prioridad del nuevo gobierno, en función de la generación de empleo y la apertura de mercados.

Pidió también la participación de los hombres de negocios en la discusión del cambio del modelo económico neoliberal, objetivo confirmado tras los comicios por Morales, y reiteró la letanía empresarial de pedir seguridad jurídica para las inversiones.

Por lo demás los malos augurios de una catástrofe si ganaba el líder izquierdista, se diluyeron en la avalancha de votos a su favor, y los banqueros reportaron serenidad, sin que se hayan registrado sobresaltos en las cuentas que manejan.

La Cámara de Hidrocarburos, que agrupa a las transnacionales petroleras, dejó de lado su usual tono arrogante y amenazador contra cualquier reforma de su privilegiado status, y en un breve comunicado felicitaron al nuevo Presidente y le pidieron diálogo en función de la durabilidad de las inversiones.

Morales ratificó ayer la decisión de dar de baja al modelo neoliberal y aseguró que no confiscará las propiedades de las petroleras, aunque advirtió que estas deberán someterse a la ley y reconocer que el Estado es dueño de los hidrocarburos.

Queremos socios, no patrones, expresó, a tiempo de subrayar que cumplirá su programa al pie de la letra y desde el primer día, con lo que descartó cualquier incoherencia entre las promesas electorales y la gestión de gobierno.

Entretanto, dirigentes radicales de la Central Obrera Boliviana (COB) y los sindicatos y juntas vecinales del vecino municipio de El Alto, apremiaron a Morales a atender las demandas populares a la brevedad, y el líder alteño Abel Mamani habló inclusive de un plazo de 90 días.

Morales desestimó plazos perentorios, al señalar que la solución de los problemas sociales requiere tiempo, mientras encuestas televisivas verificaban que la ciudadanía le da la razón y pide que lo dejen gobernar.

Los nuevos tiempos se dejaron sentir también anoche, cuando Morales rechazó, de manera serena, pero firme, en declaraciones a una cadena de televisión, las amenazas de la secretaria estadounidense de Estado, Condoleezza Rice.

El presidente electo señaló la impertinencia de pretender amedrentar a la revolución democrática boliviana con declaraciones provocadoras y demandó a Washington relaciones de equidad y respeto mutuo.

El nuevo estilo del próximo mandatario privilegia por otra parte la humildad, como demostró hoy al visitar a la Confederación de Jubilados, para agradecerles por su apoyo electoral.

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